Mi primera vez en un parque acuático (con casi 30 años)
Nunca es tarde si la dicha es buena y menos si vas al mejor parque acuático del mundo según TripAdvisor
Tenerife
Cuando hablamos de un parque acuático tendemos a asociarlo a una actividad familiar para que los niños disfruten y se lo pasen bien, pero reducirlo a algo solo para niños es cometer un error.
Y para muestra un botón y la experiencia de este redactor que hace unas semanas disfrutó de su primera experiencia en un parque acuático, concretamente en el Siam Park de Tenerife, considerado uno de los mejores parques acuáticos de todo el mundo.
La aventura empezó por todo lo alto: "Vamos a empezar por lo más fuerte para que pierdas el miedo", me dijo mi acompañante, con bastante más experiencia que yo en este tipo de parques. Y empezamos a subir escaleras y escaleras y escaleras... y de repente llegamos a un tobogán que está a 28 metros de altura y por el que se baja a más 60 km/h, la 'Tower of Power'. Tras la explicación del socorrista, presentes por todo el parque y en cada atracción, de cómo había que lanzarse era el momento de hacerlo. El miedo existía pero la vergüenza de darme la vuelta y bajar andando todos esos escalones vencieron y tobogán abajo fuimos...
Fueron 8 segundos en los que sientes vértigo, generas adrenalina y acabas llegando a una piscina a toda velocidad tras haber pasado por un túnel custodiado por tiburones (eso lo ves luego, a la velocidad que bajas es imposible). Una experiencia brutal y que hizo que a partir de ese momento los miedos se cambiaran por las ganas de repetir y probar el resto de las atracciones.
Pasear de un tobogán a otro por el parque es un pequeño viaje por Tailandia (Siam era el nombre de ese país hasta 1939), templos y edificios incluidos. En el Siam Park cuidan todos los detalles (vestuarios, comidas...) para que tú solo tengas que preocuparte de una cosa: pasartélo bien y gestionar tu adrenalina.
Al llegar dejas tus cosas en tu taquilla, coges tu pulsera con tu llave y ya puedes pasear libremente por el parque con tus chanclas o escarpines (muy recomendables porque puedes montar con ellos en las atracciones). Al dejar todas tus cosas en la taquilla, un día en el Siam Park es un buen ejercicio de dejar el móvil de lado y pasar unas buenas horas sin mirar mensajes de trabajo o cotillear las redes sociales.
El nombrado 'Tower of Power', sentir la gravedad cero en el 'Dragon', o las subidas y bajadas del 'Singha' son generadores de adrenalina y diversión instantánea pero hay más, mucho más. Después de comer decidimos bajar un poco el ritmo e irnos a la Siam Beach, una playa de arena blanca ¿una playa en un parque acuático? Sí, y además con olas enormes cada hora que vienen anunciadas por un gong, toda una experiencia.
En el parque hay atracciones de todo tipo, más intensas o menos, todas están señalizadas pero de verdad que probar al menos una vez todas ellas es una 'obligación'.
El miedo y las dudas iniciales acabaron en una frase más propia de un niño que de un adulto: ¿Tenemos que irnos ya?
Alejandro Rodríguez
De Tenerife a Madrid. Trabaja en la Cadena SER desde 2010