Italia crea la primera estación de esquí libre de plásticos
El Pejo 3000, en el Val di sole, elimina todos los plásticos de un solo uso en sus pistas
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Remontes en una estación de esquí. / Getty
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Madrid
Una botella de agua, unos cubiertos o un simple vaso de plástico ya no estarán a disposición del consumidor en este resort alpino italiano en la región de Trentino, en la frontera italo-austriaca.
Con esta medida, el Pejo 3000 se convertirá en el primer complejo europeo en prohibir estos plásticos de un solo uso después de descubrir en un glaciar cercano cantidades "considerables" de microplásticos.
Un glaciar cubierto de este contaminante
Este nuevo movimiento, impulsado por el grupo de trabajo de la Universidad de Milán, llega tras la publicación de un estudio titulado Primeras evidencias de contaminación microplástica en un glaciar alpino y el descubrimiento en el glaciar Forni, en el Parque Nacional de Stelvio, de entre 131 y 152 millones de partículas de este contaminante en la gélida superficie de la zona.
Una situación que los científicos no consideran preocupante en estos momentos, pero que con el paso de los años puede llegar a convertirse en un peligro ambiental y sanitario cuando esas aguas pasen a formar parte del ciclo geológico según apunta Javier Bayo, profesor del departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad de Cartagena.
"Es un contaminante que se sabe que está en el agua. Hay ya estudios que describen la presencia de microplásticos en agua de bebida, sal o alimentos", señala Bayo.
Ingerirlos puede provocar alteraciones
Por su parte, Anna Sánchez Vidal, profesora de la facultad de ciencias de la tierra de la Universitat de Barcelona, apunta que cerca de un 65% de estas partículas son fibras sintéticas, con todas las consecuencias asociadas entre las que destaca el cambio fisiológico de los seres vivos afectados e, incluso, la aparición de alteraciones genéticas. Vidal señala que ingerir estas microfibras puede provocar "respuestas inflamatorias, del sistema endocrino o alteraciones genéticas".
Esta nueva iniciativa sin plástico, que irá acompañada de carteles instando a los huéspedes a limitar el uso de sus propios plásticos, es el primer paso de un ambicioso programa en el Val di Sole que prevé la supresión en enero de las cubiertas de plástico de sus pistas y la implementación de un nuevo sistema de reciclaje y uso de la energía.
Todo ello se suma al actual plan del área en el que emplean plantas hidroelétricas para proporcionar energía a la zona: plantas de biomasa calientan los edificios y la nieve se produce a través de un innovador sistema de recuperación de aguas.