¿Un acuerdo descafeinado?

Madrid

Con el objetivo de que la Cumbre del Clima de Madrid termine con un acuerdo aprobado por los 197 países, la presidencia de Chile acaba de presentar una nueva propuesta que rebaja el nivel de compromisos. En concreto, la llamada para que los países presenten nuevas medidas de reducción de sus gases de efecto invernadero en el 2020 se ha suavizado, pero sin duda lo más destacado es que, de momento, se deja fuera la regulación del polémico mercado de carbono, sin duda, el principal escollo de esta cumbre.

Toda esta pasada madrugada de negociaciones tampoco ha servido para que países como China, la India o Estados Unidos (las tres naciones que más contaminan la atmósfera de la Tierra) dejen de poner reparos a este nuevo texto de acuerdo.

Tras oír sus críticas en un plenario de carácter informal que acaba de terminar, la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha pedido más "esfuerzos" a las grandes potencias para poder "atender las demandas de la ciencia y la calle". Según Ribera, con mayores recortes de emisiones de C02 se reduciría el "número de fenómenos meteorológicos extremos".

Fuertes críticas

Greenpeace también acaba de criticar con dureza en los pasillos de la COP la pasividad de las naciones ricas para hacer frente a la emergencia climática. Ahora mismo, la COP25 está partida en dos grandes bloques: la Unión Europa lidera los países que piden más ambición, pero Estados Unidos, China y la India siguen sin avanzar. Y la posible solución ideada por Chile (que ostenta la presidencia de esta Cumbre) es suavizar el texto de acuerdo con la intención de que pueda salir algo nuevo de esta cumbre que ha costado 60 millones de euros y que ha congregado en el Ifema a 30.000 participantes.