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Elecciones Portugal

El gobernante Partido Socialista parte como favorito en las elecciones portuguesas este domingo

Las encuestas indican que será la formación más votada, pero no alcanzará la mayoría absoluta a la que aspiraba

Una mujer vota en las elecciones generales de Portugal / JON NAZCA (REUTERS)

Una mujer vota en las elecciones generales de Portugal

Lisboa

Este domingo 10.811.436 electores lusos están llamados a las urnas en Portugal, país que celebra elecciones nacionales en las que el gobernante Partido Socialista (PS) parte como favorito. El primer ministro António Costa ha hecho campaña presumiendo de la recuperación de la economía lusa –que ha crecido por encima de la media europea durante los últimos años–, el saneamiento de las cuentas públicas y la estabilidad política vivida durante su primer mandato.

Según las últimas encuestas, la formación conseguirá entre el 36,5 y 38,8% de los votos, cantidad que la consolidará como fuerza política la más votada. Sin embargo, los resultados pronosticados serán insuficientes para que los socialistas alcancen la mayoría absoluta tan ansiada por el jefe del Ejecutivo, quien aspira con gobernar sin tener que depender de sus socios de la geringonça, la alianza de la izquierda lusa que le ha sostenido desde 2015.

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Mientras el PS aumenta su representación en el Parlamento, la principal formación de la oposición, el Partido Social Demócrata (PSD), podría sufrir una derrota histórica y perder una decena de diputados. Los sondeos indican que la fuerza conservadora se sitúa al menos 10 puntos por detrás de los socialistas lusos, y si finalmente se queda con menos del 28% de los votos, es probable que se produzca la salida del líder del partido, Rui Rio. Desde que tomó las riendas del partido, el liderazgo moderado del ex alcalde de Oporto ha sido cuestionado por los militantes más conservadores, y un batacazo electoral les daría una excusa perfecta para reemplazarle.

Resultados mixtos para los aliados de Costa

Si los sondeos se cumplen, el marxista Bloque de Izquierda (BI) –frecuentemente apodado “el Podemos portugués”– se hará con el 10% de los votos, resultado que le permitirá aumentar su representación en el Parlamento y consolidarse como tercera fuerza del país vecino. Durante los últimos cuatro años el BI formó parte de la geringonça y la formación quiere mantener su poder de decisión durante la próxima legislatura. Con ese fin, el partido ha hecho campaña afirmando que sin ellos el Partido Socialista habría adoptado políticas menos progresistas, y ha pedido que los lusos les den sus votos para evitar que el primer ministro tenga un segundo mandato con poder absoluto.

Las encuestas sitúan al Partido Comunista Portugués (PCP) en cuarto lugar con el 6% de los votos. La formación también formó parte de la geringonça, pero a diferencia del BI, el PCP ha perdido apoyos durante el periodo que ha estado aliado al Gobierno Costa. La caída en el número de votos que recibe podría deberse a la gradual desaparición de su electorado histórico, que se ha ido disipando desde la Revolución de los Claveles, pero también podría tener que ver con el hecho de que muchos de sus votantes más jóvenes han terminado por ceder al encanto pragmático de los socialistas lusos.

Los animalistas podrían decidir el futuro de Portugal

La formación revelación de los comicios es el Partido de las Personas, los Animales y la Naturaleza (PAN), la fuerza animalista que ha seducido el 4,8% del electorado y aparentemente pasara de tener un único diputado a controlar hasta nueve escaños en el Parlamento. Durante la última legislatura la formación se mostró muy cercana al Ejecutivo, y a cambio de su fiel apoyo recibió el respaldo de los socialistas cuando presentó propuestas para acabar con el uso de animales salvajes en los circos lusos y prohibir el sacrificio de mascotas en las perreras de Portugal. Su avance electoral es importantísimo, pues si sus nuevos diputados se alían con los de Costa, podrían sumar una mayoría absoluta que permitiría al primer ministro gobernar sin sus antiguos socios de la izquierda.

El último partido que tiene garantizada su presencia en el Parlamento es el conservador Centro Democrático Social (CDS) que, al igual que el PSD, sufre un duro reverso en estas elecciones y apenas consigue el 4,6% de los votos. La formación intentó liderar la oposición al Ejecutivo Costa durante esta legislatura y llegó a presentar una moción de censura en contra del primer ministro, pero la crisis de identidad que atraviesa ha terminado por alienar a muchos electores. Aunque la líder del CDS, Assunção Cristas, ha intentado presentarse como una especie de Margaret Thatcher portuguesa, su intento de seducir a los votantes moderados quedó minado cuando las juventudes del partido montaron una campaña sorprendentemente agresiva en contra de una ley que pretendía reforzar los derechos fundamentales de los transexuales que fue muy criticada en los medios lusos.

Un factor clave en estas elecciones será la abstención, que fue del 68% en las elecciones europeas, y del 44% en las elecciones nacionales celebradas hace cuatro años. En un mensaje a la nación en presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, ha pedido que los portugueses cumplan con su deber y eviten “entregar a otros una decisión que les corresponde”.

 
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