Un piloto de vacaciones salva un avión después de que el capitán se desmayara

Madrid

Un piloto que estaba vacaciones se ha convertido en héroe por sorpresa después de ayudar a la tripulación del vuelo LS765 de la compañía Jet2 a realizar un aterrizaje de emergencia en Oporto (Portugal) después de que el comandante del vuelo se desmayara.

Los hechos han tenido lugar este lunes, cuando el comandante comenzó a sentirse indispuesto en el vuelo que conectaba las ciudades de Mánchester y la ciudad de Funchal, situada en la isla portuguesa de Madeira. Después de comprobar que el piloto no estaba en condiciones para seguir pilotando, ya que llegó a desmayarse sobre su propio asiento, el segundo de a bordo encendió la luz de aviso para pedir ayuda.

La tripulación encontró un piloto entre los pasajeros

Después de valorar distintas opciones, la tripulación anunció cuál era la situación y preguntó entre los pasajeros si había algún piloto. Después de varios segundos de tensión, un hombre situado en la parte trasera de la aeronave levantó la mano y explicó que era piloto de la propia compañía, tal y como asegura uno de los testigos: "Ofreció sus servicios a la tripulación y entró en cabina. No volvió al avión cuando aterrizamos".

Tras el incidente, la tripulación decidió hacer un aterrizaje de emergencia en Oporto, tal y como recoge The Guardian. Una vez allí, el comandante sería sacado en silla de ruedas con una máscara de oxígeno, mientras que el resto de la tripulación fue reemplazada por un nuevo equipo antes de retomar el viaje hasta la isla portuguesa en un segundo avión.

La compañía pide perdón a través de las redes sociales

Horas más tarde, la aerolínea explicaba lo sucedido a través de las redes sociales y pedía perdón a cada uno de los pasajeros: "El vuelo que conecta las ciudades de Manchester y Funchal se ha desviado a Oporto como medida de precaución debido a que uno de los pilotos se sintió indispuesto. Un avión en espera y una tripulación de reemplazo han sido trasladados a Oporto para que podamos llevar a los clientes a Funchal lo antes posible".

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Mientras esperaban para coger el nuevo avión, que llegaría varias horas más tarde, la compañía ofrecería a cada uno de los pasajeros diversos vales para comer y beber. Ocho horas después de aterrizar en Oporto, el avión llegaba finalmente a Madeira, donde los pasajeros del vuelo pudieron compartir con sus familias una experiencia que, sin duda alguna, nunca olvidarán.