La tapa del yogur, una maquinilla de afeitar, las bombillas y otras 25 cosas que no sabes a qué contenedor echar

Madrid

Una vez hemos tomado conciencia de la importancia de cuidar el medio ambiente, reciclar es el tercer paso de la regla de las tres erres que establece que lo primero es reducir nuestro consumo y, lo segundo, reutilizar las cosas. Sólo cuando los objetos han acabado su vida útil es cuando tenemos que pensar en separar adecuadamente los residuos para que se puedan reciclar después, y crear así nuevos productos a partir de ese material, ahorrando energía, agua y materias primas.

Existen algunas diferencias entre comunidades, incluso entre provincias y localidades a la hora de reciclar. Mientras el contenedor marrón de basura orgánica se está empezando a implantar en Madrid, en Barcelona lleva tiempo instalado. Zaragoza es un ejemplo en cuanto a reciclaje de aceite gracias a la multitud de puntos de recogida que hay por toda la ciudad. En Guipúzcoa es fácil encontrar contenedores para pañales y compresas exclusivamente. Pero, salvando estas diferencias de recursos y organización, lo que está claramente estipulado es dónde hay que tirar cada tipo de deshecho. Como puede haber dudas con algunos de ellos, hacemos un repaso:

Contenedor amarillo (envases)

• La tapa del yogur: a estas alturas todo el mundo tiene claro que el yogur se tira en el contenedor amarillo pero ¿qué pasa con la tapa? Pues que también se tira en envases.
• El papel de aluminio y el de film: también va en el contenedor amarillo.
• Las bolsas de plástico se tiran al contenedor amarillo de envases pero lo mejor es evitar cogerlas en las tiendas y usarlas tanto como sea posible: tarda cerca de 400 años en degradarse. Las bolsas de red de las naranjas o las patatas también se echan en el amarillo.

Contenedor gris de tapa naranja (basura general)

• Cerámica y porcelana: a veces se confunde con el vidrio a la hora de reciclar pero no tiene nada que ver. La cerámica y la porcelana se tiran en el contenedor de tapa naranja.
• Pañales, compresas, toallitas húmedas y tiritas: han de tirarse en el contenedor de basura general, el gris de tapa naranja.
• Tapón de corcho: Los tapones de plástico, chapas y tapas de metal se echan en la bolsa que va al contenedor amarillo pero los tapones de corcho van al contenedor de orgánica, el de tapa marrón. Lo mismo sucede con las cerillas y el serrín.
• Maquinillas de afeitar: como es un plástico que no es envase ni bolsa ni envoltorio, las maquinillas de afeitar van en el contendor de tapa naranja.
• Colillas, el polvo de barrer la casa y pelo: también van en el contenedor naranja y no en el marrón de orgánico.

Confusión entre vidrio y cristal

Reciclando tres botellas de vidrio evitas que un kilo de basura acabe en el vertedero y ahorras la energía suficiente para cargar un smartphone durante un año

El contenedor verde lleva años acompañándonos en las calles de todo el país. El vidrio se recicla al 100% infinitas veces y sin perder sus propiedades. A estas alturas todo el mundo tiene claro que las botellas y los frascos hay que tirarlos -sin tapa- en este container. Sin embargo, hay quien piensa que los vasos, las copas o los espejos rotos también van ahí y no: son cristales, no vidrio, y éstos hay que llevarlos al Punto Limpio.

Los tarros y recipientes de las cremas también son de vidrio y deben echarse en el contenedor verde. En el caso de los desodorantes, hay que hacer distinción: mientras los frascos de vidrio con roll-on hay que tirarlos en el contenedor verde para su reciclaje, los aerosoles tienen que ir al Punto Limpio.

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Las bombillas pueden crear confusión pero en ningún caso van al contenedor de vidrio: las convencionales han de verterse al contenedor de tapa naranja y las de bajo consumo y los fluorescentes se deben llevar al Punto Limpio.

Puntos Limpios: escasos pero necesarios

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Todos aquellos residuos que no pueden tirarse en los contenedores de la calle deben ir a un Punto Limpio, lo que requiere un esfuerzo extra que muchas veces no se hace, a pesar de lo cotidianos y especialmente contaminantes que son algunos de estos desechos. Hay tres tipos de puntos limpios: los fijos, que suelen estar a las afueras de las ciudades porque necesitan mucho espacio. Los móviles, que son camiones que circulan por el barrio, y los de proximidad, que suelen estar en polideportivos o centros culturales. Incluso en ciudades como Madrid, en paradas de autobús o en mercados.

• El aceite y las pilas son sólo dos ejemplos de deshechos de uso común que hay que llevar al Punto Limpio y que no hay que echar nunca a la basura general, por eso cada vez hay más contenedores específicos para estos desperdicios en distintos sitios.
• Las cápsulas de café, los termómetros, los CDs y DVDs (el plástico de la carátula debe ir al cubo amarillo), los cartuchos de tinta y las radiografías también se recogen en el Punto Limpio.
  
• Las medicinas también se pueden depositar en el Punto Limpio pero mejor llevarlas a una farmacia y, antes de llevar juguetes electrónicos o ropa y los zapatos conviene pensar si, antes de desecharlos del todo, se pueden regalar a alguien que los pueda necesitar.

Si no está limpio, no se recicla

Parece una obviedad, pero es importante tener en cuenta que para que los objetos se puedan reciclar, deben estar limpios. Las servilletas o las cajas de cartón de las pizzas no se pueden echar en el contenedor azul si tienen restos de comida. Simplemente con manchas de grasa ya es imposible su reutilización. Lo mismo sucede con los frascos de vidrio en el cubo verde, pero en este caso basta con pasarlos por agua para limpiarlos y que sean reaprovecharbles.