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Las teorías en torno al accidente de Ayrton Senna vienticinco años después de su muerte

Veinticinco años después de su muerte, las dudas y las teorías en relación a su fatal accidente sigue rondando por el paddock de Fórmula 1

Ayrton Senna, en su monoplaza minutos antes de salir al Gran Premio de San Marino, en Imola / JEAN-LOUP GAUTREAU/AFP/Getty Images (Getty Images)

Ayrton Senna, en su monoplaza minutos antes de salir al Gran Premio de San Marino, en Imola

Madrid

Veinticinco años después de su muerte, Ayrton Senna sigue siendo un ejemplo a seguir para todo piloto que llega a disputar la Fórmula 1. De hecho, Lewis Hamilton, actual campeón de la competición, admitió las referencias del brasileño que había adaptado en su manera de pilotar el monoplaza. Cuando se cumple un cuarto de siglo de su muerte, todo el paddock sigue recordándole a diario como el piloto más rápido de todos los tiempos, con el récord del mayor número de poles consecutivas en una temporada –un total de ocho-. Un piloto que sabía buscar adherencia en sus gomas en los límites de la pista y apurar la frenada lo más tarde posible en la entrada de las curvas para poder rascar unas milésimas de segundo que le volvieran a poner en la primera posición de parrilla.

Eso mismo ocurrió en el año 1994 en el Gran Premio de San Marino, celebrado entonces en el Circuito de Imola. Senna, que ya tenía en su poder tres campeonatos mundiales, salía desde la pole con su Williams, delante de todos sus rivales. Lo que no sabía es que aquello no se volvería a repetir. Un accidente en la salida con varios monoplazas obligó que el coche de seguridad tuviese que entrar a pista durante varias vueltas, lo que produjo un gran enfado en el brasileño, que ya se había quejado en la comisión de pilotos sobre el peligro que ello suponía. El safety car iba considerablemente más lento que los Fórmula 1, por lo que los neumáticos no se llegaron a calentar y perdían cada vez más agarre en el asfalto.

Seis vueltas después la carrera se reanudó y una vuelta más tarde sucedió el fatal accidente del que todos conocemos el desenlace. El Williams de Senna perdió el control a más de 300 km/h en la curva Tambullero, yendo en línea recta hasta los muros de cemento del circuito e impactando contra ellos a unos 218 km/h. El golpe de una pieza de suspensión delante salió disparada hacia el casco de Ayrton Senna, provocando una muerte cerebral inmediata, aunque no fue hasta cuatro horas más tarde cuando se confirmó la peor de las noticias. Fue entonces cuando el paddock se llenó de silencio y la gente empezó a cuestionarse la seguridad de los circuitos del mundial.

A pesar de haber pasado un cuarto de siglo desde ese 1 de mayo, siguen siendo muchas las dudas y teorías las que rodean la causa que provocó el accidente del piloto brasileño. La causa oficial que se dio tras ocho años de investigación fue una rotura en el sistema de dirección, por lo que perdió el control de su monoplaza. Una pieza modificada por Williams esa misma temporada, pedido expresamente por Senna a su equipo para ganar más comodidad en su asiento. La duda que se plantea ante esta causa es si realmente la rotura de la pieza se dio en carrera y no tras el impacto contra el muro. Toda evidencia en diferentes investigaciones hechas a posteriori invitan a pensar que no se salió de la pista por ese fallo. En los últimos datos que se conocen Ayrton corrigió su conducción desacelerando un 50% para estabilizar la cola del coche y luego frenar bruscamente.

Muchos pilotos llegaron a hablar también de la temperatura de los neumáticos, una de las posibilidades con más peso que se han planteado. Tras la salida del coche de seguridad, las gomas perdieron presión y agarre, por lo que en la curva el piloto no pudo controlar su monoplaza. Además, fue una de las preocupaciones mayores de Senna antes de salir a carrera. Muchos apuntan también a un fallo en el automóvil, teoría que la escudería negó desde un primer instante. Otra opción que sonó fue un pinchazo en la cubierta trasera con algún resto de otro coche en pista. Se habló además del casco del piloto, que parecía no cumplir las normativas de seguridad y podía ser dañado fácilmente con un golpe, según la compañía que instaló la radio del piloto. Una teoría que la FIA no llegó a investigar y no se incluyó en el juicio. De hecho, el equipo y la familia fue acusada de hacer desaparecer el coche y el casco del accidente.

Ayrton Senna siendo atendido por asistencias médicas tras su accidente en Imola

Ayrton Senna siendo atendido por asistencias médicas tras su accidente en Imola / Anton Want/Allsport

Ayrton Senna siendo atendido por asistencias médicas tras su accidente en Imola

Ayrton Senna siendo atendido por asistencias médicas tras su accidente en Imola / Anton Want/Allsport

Desde ese día, la seguridad en la Fórmula 1 fue un tema que se planteó seriamente en las comisiones. Con el paso de los años se ha ido mejorando la seguridad de los circuitos y, especialmente, de los monoplazas. Resulta un milagro ver accidentes más asombrosos que el de Ayrton Senna y que el piloto pueda salir por su propio pie del monoplaza. De hecho, desde hace pocos años podemos ver un arco en todos los Fórmulas 1 con la intención de proteger la cabeza del piloto y que se conoce como “Halo”. De hecho, fue clave en el accidente de Fernando Alonso y Charles Leclerc en el Circuito de Spa en 2018, cuando el coche del español sobrevoló el del piloto monegasco tocando el apéndice de su automóvil.

Por desgracia, la muerte de Ayrton Senna no ha sido la última en el mundo de la Fórmula 1. Diez años después de su accidente, Jules Bianchi acabó con su vida en el Gran Premio de Japón, cuando impactó contra una grúa que sacaba el coche de Sutil de una pista muy mojada en la que perdió el control. Se quedó debajo del vehículo y un golpe en la cabeza provocó la muerte cerebral inmediata. Meses después, el 17 de julio de 2015, murió a los 25 años, dejando atrás una carrera mundialista prometedora y cerca de firmar por ser piloto oficial de Ferrari.

Aún con todos los avances, los pilotos más rápidos del mundo no pueden dejar de pensar, inevitablemente, en que se juegan la vida en cada carrera. Aquel día en Imola, Brasil lloró la pérdida de una leyenda latinoamericana que tantas sensaciones despertó en su país. Y es que, desde su campeonato en 1991, nadie ha sido capaz de conseguir un nuevo título para Latinoamérica. Felipe Massa tuvo la oportunidad, pero no logró a superar las marcas de Ayrton Senna.

 
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