La sede del PSC amanece con pintadas sobre la quema del muñeco con la cara de Puigdemont

Madrid

La popular 'quema de Judas' de Coripe (Sevilla) vuelve a dar de qué hablar. Esta tradición de Semana Santa -en la que cada año se quema a un muñeco relacionado con una personalidad a la que se le atribuyen connotaciones negativas- ya generó una fuerte polémica el año pasado cuando la protagonista fue Ana Julia Quezada, la asesina confesa del niño Gabriel. Este año se quemó una réplica de Carles Puigdemont y la polémica está servida de nuevo.

El portavoz de JxCat en el Parlament de Catalunya, Albert Batet, anunció este domingo que su formación presentará una denuncia ante la Fiscalía por la quema de un muñeco, ya que lo consideran un presunto delito de odio. Por su parte, la cabeza de lista del PSC por Barcelona para las generales, Meritxell Batet, ha condenado la quema del muñeco a través de Twitter: "Condeno todos los actos de intolerancia que se producen en esta campaña. Quemar la imagen de una persona, impedir actos electorales o cualquier otro tipo de comportamiento intolerante. Los socialistas lo rechazaremos siempre", ha dicho la candidata socialista.

A pesar de esas palabras, el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha acusado al PSOE de "participar en un acto de odio tan visceral e inhumano" por la quema del muñeco y ha sostenido que su compromiso es la independencia, la democracia y la libertad, y que ninguno de ellos merece un fusilamiento en una sociedad civilizada, en sus palabras. "No ha sido ninguna anécdota, ni obra de una minoría. Ha sido una actividad oficial, amparada por las autoridades socialistas locales", ha opinado el expresidente en Twitter.

Además, la sede del PSC ha amanecido este lunes con pintadas amarillas en las que se puede leer “Coripe Arde Vergüenza” o “PSC calla, Iceta baila”, y además, han lanzado huevos de pintura sobre la fachada y sobre el lazo morado del 8M que pende sobre ella.

Mientras, el alcalde del pueblo, Antonio Pérez (PSOE), se esfuerza por explicar en qué consiste la tradición y en subrayar que sólo es "una sátira o parodia". Ha defendido que la localidad no está "en contra de los catalanes" ni promueve el odio. "Aquí no quemamos a Cataluña, sino un muñeco de un señor fugado de la Justicia", ha aseverado. En 2018, el alcalde de Coripe ya fue investigado por un presunto delito de odio por la quema de la muñeca que representaba la imagen de Ana Julia Quezada a raíz de una denuncia de Movimiento contra la Intolerancia pero finalmente el caso fue archivado.

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El alcalde ha explicado que el personaje en cuestión es elegido cada año "por los padres de los alumnos del colegio que acuden al viaje de fin de curso" y no por el alcalde o el Ayuntamiento de Coripe como institución. Insiste en que no comprende "la reacción" del expresidente catalán y de Junts per Catalunya y recuerda que, en paralelo, en Cataluña hay quienes "queman banderas de España o fotos del rey".