"La esclavitud persiste en mi país porque beneficia a las élites"
Entrevista al líder opositor en Mauritania, Biram Dah Abeid
Madrid
Biram Dah Abeid creció viendo a su padre luchar para liberar de la esclavitud a su madre. No era una esclavitud como la que acostumbramos a ver en las películas de las plantaciones en Estados Unidos, pero no era una mujer libre. Era propiedad de otra familia, que no consintió prescindir de ella como un objeto.
Desde 1981 se supone que la esclavitud no existe en Mauritania, y desde 2007 está punida severamente. Pero todavía hay miles de personas que, como la madre de Biram Dah Abeid, son propiedad de otros. Así que este abogado e historiador ha dedicado su vida a seguir con la lucha que aprendió de su padre. A su paso por Madrid charla con La SER sobre la esclavitud en Mauritania, y su carrera como aspirante a la presidencia del país.
La esclavitud “es una realidad viva en Mauritania porque beneficia a los dirigentes. Los esclavos son parte del interés económico de la élite”, dice para intentar explicarnos por la perseverancia en mantener este crimen. “Es ilegal según la ley, pero es practicada con impunidad, sin condena alguna. Pueden trabajar sin sueldo, sin descanso, pueden ser vendidas o subastadas”.
Los importantes intereses de estos grupos esclavistas han llevado a una dura persecución del movimiento que los combate. “Como responde a los intereses de la élite, lleva a una dura represión del activismo”, explica Abeid, que ha sido encarcelado tres veces por su militancia en esta causa, la último en verano de 2018.
Abeid critica el escaso interés de Europa en apoyar a la sociedad civil de su país: “España debería jugar un papel más fuerte para que la Unión Europea tenga una relación de igual con mi país, basada en los derechos humanos y no en el mercantilismo”. No sólo se refiere al respaldo europeo a la autocracia gobernante, sino a temas como el acuerdo de pesca, que beneficia a empresas españolas o chinas, pero “está resultando catastrófico para el medio ambiente, para nuestra sociedad y mantiene a los trabajadores en condiciones equivalentes a las de los esclavos”.
De hecho culpa a ese patrón de securitismo y mercantilización de los males de una región que repasa sosegadamente en la charla: los saharauis deben poder expresarse libremente en un referéndum, Argelia debe democratizarse y respecto a Malí, “si llego al poder ayudaré a que se pueda restablecer el respeto al estado de derecho y a los derechos humanos. Porque ahora mismo algunos vecinos en el Sahel está jugando a lo contrario, a desestabilizar”.
Si finalmente se convocan, Abeid pretende ser candidato a las presidenciales del próximo mes de junio.