Portugal designa el 7 de marzo como día de luto nacional por las víctimas de la violencia machista
13 portuguesas han muerto asesinadas por sus parejas en los primeros dos meses de 2019
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Pancarta del Día Internacional de la Mujer en Portugal. / Rafael Marchante (Reuters)
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Lisboa
Este jueves Portugal amanece de luto nacional por las víctimas de la violencia machista. El Gobierno luso ha decidido designar al 7 de marzo, víspera del 8-M, Día de la Mujer, como fecha oficial para recordar a las portuguesas agredidas y asesinadas por sus parejas, con el fin de fomentar una reflexión nacional sobre el considerable número de crímenes machistas que tienen lugar en el país vecino cada año.
En los últimos 15 años más de medio millar de mujeres portuguesas han muerto a manos de sus parejas, y en lo que va de 2019 13 portuguesas han sido asesinadas, entre ellas las dos víctimas que fueron halladas muertas en Corrois y Vieira do Minho anoche. El Gobierno del socialista António Costa decidió declarar el duelo nacional tras registrarse un crimen especialmente horrendo en Seixal, el suburbio lisboeta donde hace dos semanas un hombre mató a su suegra y su hija de dos años para vengarse de su expareja. Con este gesto el Ejecutivo pretende luchar contra la “banalización” de estas tragedias.
"Inadmisible en un país desarrollado"
Ante los medios la ministra de Presidencia y Modernización Administrativa, Mariana Vieira da Silva, afirmó que la lacra de la violencia machista es “inadmisible en un país desarrollado” y declaró que la situación actual“obliga una acción determinada y la coordinación de los esfuerzos de toda la sociedad, que tiene que ser intransigente a la hora de defender la integridad y dignidad de las mujeres”.
“En éste día homenajeamos a las víctimas, manifestamos nuestra solidaridad con sus familias, pero también nos comprometemos a renovar nuestro propósito colectivo de luchar contra esta realidad social intolerable”.
Jueces que se sitúan del lado de los agresores
El Ejecutivo de Costa ha anunciado varias medidas para hacer frente a la violencia machista, entre ellas la creación de un equipo técnico multidisciplinar para mejorar la atención a las víctimas, que tendrán que recibir protección policial en unplazo máximo de 72 horas después de presentar una denuncia por malos tratos. El Gobierno también ha prometido agilizar la recogida, tratamiento y cruce de datos oficiales de la Policía de Seguridad Pública, la Guardia Nacional Republicana y la Fiscalía, y anunciado cursos de formación en violencia machista para los agentes de las fuerzas de seguridad del Estado.
Pese a los esfuerzos del Ejecutivo, la lucha contra la violencia machista en Portugal está obstaculizada por un sistema judicial que, según el último informe de Grupo de Peritos para Combatir la Violencia contra las Mujeres y la Violencia de Género (GREVIO), no hace lo suficiente para garantizar los derechos de las víctimas.
El grupo, organismo independiente del Consejo de Europa encargado de controlar la aplicación de la Convención de Estambul,considera que las autoridades lusas no investigan los crímenes machistas con suficiente rigor, y que demasiados casos son desestimados por los magistrados.
Según GREVIO, de las 27.000 denuncias de violencia machista registradas en Portugal cada año, apenas el 7% acaban en juicio con condena firme; las sentencias raramente responsabilizan a los agresores, y en el 90% de los casos las penas de prisión son suspendidas.
Sentencias polémicas
Las ONG’s que prestan apoyo a las víctimas consideran que la situación se debe en parte a las decenas de jueces lusos que muestran simpatía hacia los agresores machistas.En los últimos años las sentencias escandalosas de algunos de estos magistrados han indignado a la sociedad lusa, que se ha mostrado incrédula ante la emisión decisiones judiciales más que cuestionables.
En 2017 el Tribunal de Viseu absolvió a un hombre acusado de agredir a su pareja a lo largo de seis años tras observar lo bien que ella se expresaba. En la sentencia los magistrados consideraron que la víctima era una mujer "moderna y autónoma", por lo que concluyeron que si ella no abandonó a su pareja abusiva, era porque ella le gustaba esa dinámica.
El año pasado el Tribunal de Oporto anuló la pena de tres años de prisión impuesta a un hombre que había propinado una brutal paliza a su mujer; aunque los informes médicos confirmaban el ataque, los magistrados consideraron que no había pruebas suficientes de los hechos porque faltaban testigos externos de la agresión.
Entre los jueces más polémicos de la magistratura portuguesa ha destacado el portuense Joaquim Neto de Moura, que se ha hecho famoso por sentencias que muchos consideran machistas. En 2017 el juez citó a la Biblia en una decisión judicial en la que pareció justificar la violencia de género en aquellos casos en los que se demostraba que la víctima es adúltera.
Hace apenas dos semanas el magistrado volvió a ser noticia al ordenar retirar la pulsera electrónica impuesta a un hombre que había agredido a su pareja hasta reventarle el tímpano. Pese al riesgo evidente que el agresor representaba para la víctima, Neto de Moura consideró que la medida de control implicaba una limitación innecesaria de la libertad del individuo.
Ésta última decisión judicial resultó tan polémica entre el público, y generó tantas críticas por parte de la clase política, que el miércoles el Tribunal de Oporto ordenó que Neto de Moura fuera transferido a la sección civil de la audiencia provincial, traslado que evitará que el magistrado vuelva a firmar una sentencia relacionada con la violencia de género. Aunque la decisión ha sido celebrado como un paso adelante, las ONG’s señalan que sigue habiendo decenas de magistrados con ideas similares a las del juez portunese repartidos por los juzgados de Portugal.