Los momentos por los que recordaremos a Villalobos: de los huesos de cerdo al "vamos, Manolo, coño"
La política ha anunciado que deja la política activa tras no salir adelante el acuerdo sobre la reforma de las pensiones
Madrid
Celia Villalobos se despide de la primera línea de la política y los medios de comunicación, a los que les ha dejado tan buenos momentos, ya le echan de menos. Fue alcaldesa de su ciudad natal desde 1995 hasta 1999, tras dejar su escaño como eurodiputada en el Parlamento europeo, y ministra de Sanidad en el Gobierno de José María Aznar entre 2000 y 2002, pero lo suyo ha sido una carrera de fondo. En 1986, fue elegida diputada en el Congreso por Alianza Popular y fue vicepresidenta primera de la Cámara baja hasta 2016, además de formar parte de la Diputación Permanente hasta agosto del año pasado cuando, tras la elección de Pablo Casado como nuevo líder del partido, fue apartada. Ella había apoyado la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría.
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Siempre ha sido una política muy clara y no ha dudado en dar su opinión, aunque fue contraria a la de su partido. De hecho, en 2005 votó a favor de la ley que regula los matrimonios homosexuales y en 2013 se ausentó del Congreso para no votar en contra de la ampliación del aborto. Habla tan claro que cuando, en 2016, quería explicar lo que estaba haciendo Pedro Sánchez lo resumió en una frase: "Está intentando salvar su culo":
Pero si hay una imagen que nadie olvida es la de la vicepresidenta del Congreso jugando al Candy Crash:
Con Podemos ha protagonizado varios rifirrafes. Como cuando le dijo a Irene Montero que "estaba rodeada de machistas":
O como cuando dijo que no tenía nada en contra de las rastas siempre y cuando estuvieran "limpias" para que no le pegaran "un piojo":
Con Pablo Iglesias ha tenido tantos encontronazos que hasta Ana Pastor le mando callar en el Congreso:
A las puertas del Congreso esperaba a su chófer, Manolo, que siempre era el último en salir, muy a su pesar...
