El trasplante de cara que ha devuelto las ganas de vivir a un joven de 26 años
El paciente se quedó sin la mayor parte de su mandíbula inferior, dientes y nariz por un disparo autoinfligido

Cameron se sometió a una operación quirúrgica de 25 horas de duración / NYU Langone Health

Nueva York
Cameron Underwood era soldador en California, jugador de golf, restaurador de coches y paracaidista aficionado. Durante tres años perdió todo eso por una herida de bala autoinfligida que daño gravemente su cara y que casi le deja sin vida. A los 26 años, se quedó sin la mayor parte de la mandíbula inferior, dientes y nariz.
Tan solo 18 meses después, se convirtió en el segundo receptor de trasplante de cara del centro médico NYU Langone Health de Nueva York, y uno de los aproximadamente 40 del mundo. Esta experiencia le dio, según él: “una segunda oportunidad”.
“Hace dos años, no creo que tuviéramos ninguna idea sobre los trasplantes faciales. Ahora me siento yo mismo de nuevo. Cada vez que me miro al espejo, me veo. Veo mis ojos y mi cara” dice Underwood a la revista TIME.
Cameron pasó por la operación quirúrgica hace 11 meses. La cirugía duró 25 horas aproximadamente, y se basó en la planificación quirúrgica de una impresora 3D y una máscara impresa de la cara del donante. Además, se reconstruyeron los huesos de la mandíbula superior e inferior, unos 32 dientes, las encías, el techo de la boca, los parpados, las mejillas, la nariz y el pasaje nasal.
Underwood aún se están recuperando. Pero lo más importante es que ha podido volver a la vida que tenía antes: “Estoy muy agradecido por este trasplante. Aunque aún me estoy recuperando, tengo una nariz y una boca para poder sonreír, hablar y comer alimentos sólidos otra vez”. El donante de Cameron fue William Fisher, de 23 años. Un aspirante a cineasta y escritor de Nueva York que no se limitó a darle solo la cara, también los riñones, hígado, ojos y tejidos.

A la izquierda, el estado en el que se encontraba Cameron antes de la operación; y a la derecha, después de la operación / NYU Langone Health

A la izquierda, el estado en el que se encontraba Cameron antes de la operación; y a la derecha, después de la operación / NYU Langone Health
La madre de donante, Sally, se ha emocionado por el gran resultado de la operación: “Ser parte de esta experiencia ha sido una fuente de fortaleza para mí durante un momento muy difícil”.