Luis Suárez se disfraza de héroe y salva los muebles al Barça en Vallecas

El 2% del que hablaba Michel en la previa del partido casi doblega al 98. De hecho, durante buena parte del partido lo hizo, pero Luis Suárez tuvo la última palabra y completó una semana perfecta para cubrir con autoridad la falta de Messi.

Sin fútbol y sin ideas, los blaugrana vieron como el Rayo remontó el primer gol del uruguayo en el minuto 11, pero en los minutos finales, Dembélé y Suárez echaron a los fantasmas de Vallecas y pusieron al líder aún más líder.

Valverde pareció decir: “No quiero problemas y si algo funciona no voy a hacer experimentos”. Nada más lejos de la realidad, tuvieron que sudar como nunca para llevarse los tres puntos. El ‘Txingurri’ salió con el mismo once con el que derrotó con contundencia al Real Madrid el fin de semana pasado. Por su parte, Michel quiso corregir la dinámica de su equipo en cuanto a resultados y realizó un cambio respecto a su once inicial que sin duda tuvo su influencia. Pozo salía como titular en lugar de Kakuta.

El partido comenzó con un Barça en su versión arrolladora. Los primeros compases fueron largas posesiones de los blaugranas, de toque y mucho peligro cada vez que se acercaban al área de la portería defendida por Alberto García.

Así llegó el primer gol de los visitantes. Rakitic ve perfectamente a la incansable locomotora de Jordi Alba, que parece que cada partido en un día más para hacerle un guiño a Luis Enrique, que apuró hasta línea de fondo y consciente de que su mejor socio, Leo Messi, no estaba, aguantó, levantó la cabeza y dio un sutil pase atrás para que Suárez abriera con facilidad el marcador. El uruguayo siguiendo con su idilio goleador además de estar teniendo una influencia mayúscula en el juego del blaugrana, cogiendo el relevo del argentino hasta su vuelta.

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Aquí terminó lo bonito para el equipo de Valverde que le volvió a pasar como en las primeras jornadas de Liga. Se confiaron, bajaron el acelerador y el partido comenzó a igualarse. Raúl de Tomás avisaba con un cabezazo que se marchó alto. Para esos momentos, el Barça ya había dejado de generar miedo en la zaga rayista.

En esta tónica, llegó el empate merecido en Vallecas. Los locales se habían venido cada vez más arriba, la defensa blaugrana despejó un centro desde el lateral y el rechace lo recogió José Ángel Pozo que sin dudarlo desde la frontal disparó al único punto donde parecía que Ter Stegen no pudo llegar, a la cepa del palo izquierda. El alemán se tiró bien, pero ni siquiera así pudo tocar un disparo que venía con una precisión de francotirador.

Con el empate, el Barça volvió a meter una marcha más, pero el partido se convirtió en un duelo de poder a poder, con transiciones y peligro de ambos conjuntos.

Antes del descanso Luis Suárez casi volvió a salir al rescate, pero se quedó en el casi, traducido a que se topó con la madera, la undécima vez esta temporada en LaLiga. La jugada se fraguó en una baldosa entre Rafinha y el uruguayo que desde fuera del área no se lo pensó y con un sutil movimiento del cuerpo y del pie hizo volar un balón ante la vista de todos, incluido Alberto García que solo pudo ser un espectador y ver como el palo que había ayudado a su equipo en el gol, ahora les salvaba.

La segunda parte fue una verdadera odisea para los de Valverde, que veían como nada más salir de los vestuarios el Rayo le daba uno de los sustos del partido y Ter Stegen tuvo que volver a mantenerles a flote, sacándole un gran pie a Embarba que estaba solo frente al alemán. 

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Eso fue solo el aviso, pero la siguiente no perdonó. El Rayito sabía que tenía al Barça sin ideas y a su merced y quiso poner la guinda. Centro lateral que remató de cabeza Raúl de Tomás al poste, quedando el balón suelto para que lo metiese para dentro Álvaro García, que llevaba un minuto sobre el césped. Esto suponía el 2-1.

Los locales tenían una motivación que inundaba todo el estadio, viendo como habían remontado y superando en juego al líder, aunque ni mucho menos se confiaron o echaron hacia atrás. Mientras que los blaugranas veían como los fantasmas de Butarque aparecían en una nueva versión vallecana.

Coutinho estaba desaparecido tanto en creación como en ataque, los cambios  sirvieron para convertir al equipo en un "sálvase quien pueda", con Piqué y Arturo Vidal en los últimos diez minutos de delanteros centro.

A pesar de todo, el equipo no bajó los brazos y tiró de lo que le quedaba, de corazón y coraje de saber que esto no podía terminar así. Así sin jugadas brillantes, en los seis minutos finales, el Barça levantó el resultado. Primero golpeó Dembélé en el 86, rematando de manera brillante un balón colgado. Finalmente, Suárez acabó de escribir un guion que parecía imposible, disfrazándose de Messi y marcando el gol de la victoria en el descuento. 

El uruguayo silenció al completo Vallecas, que veía como su equipo caía después de haber hecho méritos de sobra como para, por lo menos, puntuar. Mientras, el FC Barcelona da un golpe de efecto, y, aunque se pueda discutir su desconexión y falta de ideas, control y juego, no se puede dudar de la determinación y actitud que mantuvieron hasta el final, confiando en que podían llevarse el partido y que al menos había que intentarlo.

Con esto, el líder, aún es más líder, sacando ventaja al Atleti tras su empate en Butarque por la mañana, y manteniendo los siete puntos de distancia respecto al Madrid. Mientras, el Rayo da una muy buena imagen y el planteamiento de Michel superó durante muchos minutos al de Valverde, pero no consigue llevarse más premio que acariciar los tres puntos, hundiéndose en la zona de descenso con solamente seis puntos.