Un error de programación provoca la destrucción de unos 300 coches

Madrid

El pasado mes de febrero, Subaru presentaba su modelo Ascent durante el Salón del automóvil de Los Angeles (Estados Unidos). Un SUV, de casi cinco metros de largo, que llegaba al mercado estadounidense varios meses más tarde (en agosto) con el objetivo de convertirse en el nuevo buque insignia de la compañía japonesa.

Apenas unos días después de su lanzamiento oficial, el vehículo cumplía las expectativas y desplazaba en ventas al Subaru Legacy, uno de los modelos más exitosos de la compañía. No obstante, una llamada a revisión de un total de 293 vehículos en Estados Unidos empañaba el triunfo de la firma japonesa. Tras detectar un vehículo defectuoso en una auditoria interna, la compañía decidió retirar las cerca de 300 unidades fabricadas entre el 13 y 19 de julio y ofrecer una nueva a cada usuario.

El error de programación

Ahora, un mes más tarde, la firma ha dado a conocer qué provocó la retirada y la posterior destrucción de estos vehículos: un error de código. Según ha dado a conocer la compañía, uno de los programadores codificó a los robots de soldadura de la fábrica de forma incorrecta durante la producción de este vehículo. Debido a este error, al menos uno de los robots estuvo operando con directrices equivocadas a la hora de construir los nuevos modelos, provocando un daño irreparable en los mismos.

La compañía opta por destruir los vehículos

El resto estaban todavía en el concesionario o en tránsito. A pesar de ello, la compañía decidió destruir los vehículos y entregar uno nuevo a cada usuario, tal y como explica la compañía: "No existe remedio físico disponible y por lo tanto cualquier vehículo al que le falten las soldaduras será destruido". Por lo tanto, un simple error de programación ha provocado la destrucción de 300 vehículos que aspiraban a convertirse en la piedra angular de la firma japonesa.