Dejar de fumar en grupo
Después de 60 años enganchada al tabaco lleva 34 días sin fumar y lo cuenta con orgullo. Para ella es un logro que comparte con sus compañeros de terapia. Todos tienen el mismo objetivo, abandonar la adicción y aunque el principal motivo es la salud hay otros, como evitar el rechazo social, que cada día pesan más.
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Madrid
Todas las sesiones empiezan con las mismas palabras: “con un buenos días, felicidades y ¿cómo te ha ido la semana?”. El que pronuncia estas palabras es el doctor Pedro Martínez Urdaiz, experto en tabaquismo que dirige el grupo de terapia en el Centro Municipal de Salud de la Latina en Madrid. Es un centro del Ayuntamiento de la capital que ofrece, entre otras, la terapia de grupo, para dejar de fumar. Se trata, explica el doctor, de un programa que se desarrolla en nueve semanas, es totalmente gratuito, no hay que cumplir ningún requisito para apuntarse y se puede repetir. El grupo es de unas 12 a 14 personas, el número de hombres y mujeres es similar y todos pasan de los 40 años, los jóvenes, añade, no vienen porque para ellos el futuro no existe.
Lo importante es que estén aquí, que tengan la intención de abandonar una droga tan compleja y social como el tabaco, señala Martínez Urdaiz, pero más importante todavía, la clave del éxito, añade, está en la motivación, en la razón que les ha traído hasta aquí. La salud y su médico de cabecera tienen mucho que ver con la decisión que han tomado, así nos lo van confesando ante el micrófono los participantes en la terapia. Pero hay otros motivos que también van saliendo como el rechazo social, la convivencia, el dinero y sobre todo los hijos y también los nietos.
Trabajar en grupo es un aliciente más, nos cuentan porque les anima saber que no están solos y porque es bueno tener un espacio donde contar cómo te sientes y donde te animan a seguir un día más sin encender ese cigarrillo que pese a todo, pese a saber que te está matando, deseas encender simplemente porque te gusta, porque te gusta mucho.
