Los padres que ganaron la batalla legal contra su hijo de 30 años para echarle de casa
Los progenitores le dieron dinero para que se fuera
El demandado, Michael Rotondo, durante el juicio / Reuters
Madrid
Michael Rotondo, de 30 años de edad, fue demandado por sus padres Mark y Christina porque se negaba a dejar el hogar y emanciparse. Este martes se ha conocido el fallo de un juzgado de Nueva York y la balanza se ha inclinado a favor de los padres dándoles la razón.
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Según documentos del caso, recogidos por la BBC, Rotondo no ayudaba ni con las tareas domésticas ni económicamente en el hogar familiar. A pesar de que los padres le mandasen varias cartas pidiéndole que desalojase la casa, el hizo caso omiso de ellas.
Ante el silencio del hijo, Mark y Christina decidieron redactar una orden de desalojo formal con sus abogados. "Se iniciará un procedimiento legal inmediatamente si no te vas antes del 15 de marzo de 2018", dice el aviso. Además, y ante la desesperación, ofrecieron a su hijo 1.100 dólares (un poco menos de mil euros) para que abandonase el hogar.
El hijo calificó de "indignante" la notificación de desalojo
Rotondo no contestó a la orden de desalojo por lo que el 7 de mayo los padres presentaron su caso ante la Corte Suprema del condado de Onondaga, cerca de Syracuse, Nueva York. El juicio, celebrado este pasado martes, ha acabado con la victoria por parte de los padres.
Durante la audiencia, Rotondo expuso que sus padres no le habían avisado con suficiente antelación para irse de casa. Una defensa que el juez tachó de "indignante", a lo que Rotondo contestó que lo verdaderamente indignante era la notificación y que deberían esperar un poco a que el se fuese del hogar.
Rotondo, estudiante de ingenieria, perdió su trabajo hace unos años y tuvo que mudarse a casa de sus padres hasta ahora. En una entrevista a la CNN, la periodista le pregunta a Rotondo si no tenía ganas de vivir en su propia casa, a lo que el le contesta que no, pero que tampoco quiere seguir viviendo con sus padres por el ambiente incómodo que se respira en casa.
En esta línea, la periodista ha insistido en por qué no se va de casa y el contestó que tiene "planes" para poder mantenerse, pero es algo que no ocurrirá de un día para otro y no cree que "debería ser así". Además, cree que todo esto se podría haber resuelto en casa, pero que sus padres han preferido "atacarle" de esta manera.
