La odisea de la afición madridista para llegar a Kiev

La Final de la Champions se ha convertido este año en una gran pesadilla para aficionados del Liverpool y del Real Madrid. Conseguir entradas para el partido no es el mayor inconveniente. De hecho es la menor preocupación para aquellos que quieran ver la final del 26 de mayo en el Estadio Olímpico de Kiev.

La UEFA ha repartido el 30% de las entradas para cada club. 17.000 para el Real Madrid y el mismo número para el Liverpool, reservándose la propia UEFA el 40% de los tickets restantes para patrocinadores y diversos compromisos.

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El precio de las entradas oscila entre 55 euros, la más barata; y 450 euros, la más cara. A esto hay que sumarle dos inconvenientes: el elevado coste del alojamiento en la capital ucraniana y la odisea que supone llegar a Kiev. Dos problemas que han provocado que algunos de los afortunados en el sorteo de las entradas hayan optado directamente por renunciar a ellas.

Un total de 3.673 kilómetros separan Madrid de Kiev. El viaje en coche tendría una duración de 37 horas. El coste es de 360 euros con la gasolina y los peajes, aproximadamente. Una vez descartada la opción terrestre, la vía aérea es la única disponible para llegar a Ucrania.

No hay vuelos directos Madrid-Kiev para el mismo día de la final, viajes que superan los 800 euros con escalas de varias horas en ciudades europeas, cancelaciones de los vuelos, ocupación hotelera al 99%, habitaciones que alcanzan los 7.000 euros la noche, anulación de reservas. Una infinidad de trabas que ha llevado a vecinos de Kiev, como Víctor Kylymar, a crear una página de Facebook ('Kiev free couch for football fans') para acoger de forma gratuita a aficionados 'reds' y merengues que quieren animar a su equipo en la final de la Champions.