La silla que se convirtió en un muro
En el PP creen que la imagen de Sáenz de Santamaría y Cospedal refleja la tensión que se vive en las filas conservadoras
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Cospedal y Santamaría, una década de diferencias
Madrid
En la foto del día de la Comunidad de Madrid se ve a Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal separadas por una silla que parece elevarse como un muro entre ellas. Para los populares es una imagen “tremenda” que ha servido para escenificar su enfrentamiento y dejar claro que en el PP conviven dos bandos.
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En sus filas no gustó nada que fueran “a lucirse” y salieran corriendo al finalizar los actos protocolarios. Después del terremoto interno de estas últimas semanas, los conservadores madrileños esperaban “algo de cariño” y les habría gustado que se quedaran en la recepción para darles ánimos.
Pero no fue así y por eso mismo, tras su marcha, muchos dirigentes aprovecharon para destacar “su mala relación” desde que Mariano Rajoy las puso al frente en el Congreso de Valencia de 2008. Han pasado diez años y algunos piensan que por su culpa viven “un culebrón”.
Varios cargos se confiesan “hartos” de esta situación. Consideran que les afecta mucho y denuncian que, en clave sucesoria, cada una va colocando a sus peones por todos los estamentos y formaciones regionales. Además, les molesta que todo se contemple como una batalla. La salida de Cristina Cifuentes fue el último conflicto. Aunque no el único. Hubo bastante tensión por Cataluña.
La vicepresidenta fue muy criticada por su gestión y la Operación Diálogo. Eran reproches que, para muchos, sólo podían salir de Génova. Así que Sáenz de Santamaría decidió defenderse: "Gobernar es pensar primero en el futuro de tu país y luego en tuyo".
En el PP lo interpretaron como un mensaje dirigido a su secretaria general. Ella tampoco se libra de los ataques. Le piden que se ocupe del partido porque lo tiene "desatendido". De ese modo, al menos lo ven algunos desde la Moncloa. Un cruce de acusaciones que a Cospedal no le hace ninguna gracia. "A lo mejor si no habláramos de dos mujeres no estaríamos hablando de esto. Tiene más morbo. Dos mujeres que se están enfrentando. Si fueran dos hombres a lo mejor no sería exactamente igual", comentó en una entrevista en Onda Cero.
Los colaboradores de ambas opinan que "se exagera" y apuntan que, en ocasiones, son sus afines y no ellas las que generan polémica. Unos líos que a Rajoy hasta le pueden venir bien para desviar el foco de atención de asuntos más espinosos e importantes.
Ayer el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, sostuvo que entre Sáenz de Santamaría y Cospedal “no hay ninguna problema”. Ambas comparten los viernes mesa del Consejo de Ministros y como explicó hace unos días el coordinador del PP, Fernando Martínez Maillo, son compañeras pero no hace falta que sean amigas.
Lo que ocurre es que en el PP creen que ahora ya "la lucha entre candidatas se ha desatado" y les parece que todo está yendo "demasiado lejos". Hay quien mantiene que ellas dos hacen “más daño” que algunas crisis y afirman que con su guerra lo único que están logrando es que nadie piense en ellas de cara al futuro.