Todos somos donantes de órganos, según la ley de trasplantes española
Holanda aprueba la polémica ley que automatiza la donación de órganos, algo vigente en España desde 1979
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Una enfermera prepara el quirófano para extraer los tejidos de un cadáver en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cataluña. / Toni Albir (EFE)
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Madrid
La ley aprobada este martes en Holanda no es novedosa para la legislación española en materia de donación de órganos. La ley en España señala que "la extracción de órganos u otras piezas anatómicas de fallecidos podrá realizarse con fines terapéuticos o científicos, en el caso de que los fallecidos no hubieran dejado constancia expresa de su oposición en vida", es decir, todos somos potenciales donantes de órganos al morir a no ser que en vida se haya expresado claramente que no queremos donar. En la práctica, y por respeto a la familia, no se realiza extracción de órganos si los familiares del fallecido se oponen.
Como consecuencia de esta legislación y de la solidaridad, España lleva 26 años siendo líder mundial de trasplantes y donaciones. Solo durante 2017 hubo en España 2.183 donaciones, mientras que en los últimos tres años, se ha registrado el mayor incremento en donaciones de la historia, con una subida del 30%.