Dónde lo he visto antes
El arranque del curso parlamentario tras 50 días sin plenos alimenta la sensación de bloqueo político
Madrid
Como la política española tenía prisa, tardó más de cincuenta días en celebrar un pleno en el Congreso y hasta este martes no empezó el periodo de sesiones. El impacto es relativo, porque del Congreso apenas salen iniciativas. Ya nadie dice aquello que se decía antes de que podría gobernarse desde el parlamento por la debilidad del PP. El PP preserva la tranquilidad pese a que Francisco Correa se presente en plasma en la Cámara y responda preguntas por mucho que el PP le recuerde su derecho -o su deseo- a que no las responda.
Mientras Correa hablaba en un edificio del Parlamento, en otro comparecía Pedro Sánchez, que aseguró que el Gobierno de Rajoy "está vacío" igual que había asegurado ya que la legislatura "se ha acabado". Sin embargo, el secretario general del PSOE convocó a los diputados socialistas para prepararles para la legislatura que queda y de la que él mismo ha pronosticado que llegará hasta el final.
Luego llegó Luis de Guindos y, en vez de saludarle, la gente en el Congreso le despedía. Él intentaba explicar lo de las Bolsas y llamó correcciones a lo que en todas partes llamaban caída de los mercados. Faltaba Montoro, que habló de bloqueo de los presupuestos.
Al fin, se debatió sobre Catalunya por una moción de Esquerra Republicana que reclamaba "diálogo bilateral" y todo fue según lo previsto. El republicano Joan Tardà dijo que el imperio británico no aplicó a Gandhi el delito de rebelión y que la justicia española solo puede compararse con la que condenó a Mandela. Hubo tanta novedad en el estreno del curso parlamentario que uno tenía la sensación de que, todo eso, ya lo había visto antes.