Mauricio Casals niega el chivatazo a González y éste dice que creyó entender eso
El presidente de La Razón, Mauricio Casals, asegura que las conversaciones con Edmundo Rodríguez, hombre de Ignacio González en Latinoamérica y exconsejero del periódico, no eran chivatazos sino "fabulaciones" para tranquilizarle
Al término del careo el magistrado ha manifestado dar más credibilidad a la versión de González que a la de Casals, según fuentes procesales
Madrid
Apenas veinte minutos ha durado el careo entre el presidente editor de La Razón Mauricio Casals y el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Ambos se enfrentaban al cara a cara en calidad de testigos en la causa que investiga la revelación de secretos a raíz del contenido de uno de los pinchazos del caso Lezo instruído en el Juzgado de Instrucción Número 6 de Plaza Castilla.
Según fuentes judiciales, el careo no ha servido para esclarecer el objetivo principal del instructor Ramiro García De Dios: conocer la identidad de la supuesta magistrada que avisó a Mauricio Casals de que Ignacio González, su entorno y el exgerente del Canal de Isabel II en Latinoamérica Edmundo Rodríguez estaban siendo grabados.
Según estas fuentes, Mauricio Casals ha negado conocer el nombre de la magistrada e incluso haber tenido esa conversación a la que hacía referencia González con el exministro Eduardo Zaplana y que Casals habría tenido con Edmundo Rodríguez. Por entonces, Rodríguez era consejero de La Razón, puesto que tuvo que dejar tras su imputación en el 'caso Lezo', y Casals presidente de la empresa editora.
Ambos aparecen en el sumario en sucesivas conversaciones donde Casals aconseja a Edmundo en el contexto del 'caso Lezo' durante los meses de la investigación bajo secreto. Fuentes procesales aseguran que Casals, en esas conversaciones incluidas en el sumario, no le estaba avisando de la investigación sino 'fabulando' para tranquilizarle.
Ignacio González tampoco ha reconocido expresamente el chivatazo ante el juez y ha asegurado que es lo que le había parecido entender. Una versión a la que el juez ha dado más credibilidad que a la de Casals y así lo ha manifestado el juez al término del careo, según fuentes del procedimiento.
El origen del chivatazo es una conversación grabada por la Guardia Civil entre Ignacio González y Eduardo Zaplana, incluida en el sumario de Lezo, donde el expresidente de Madrid cuenta que “una magistrada amiga de la casa” le había contado a Mauricio Casals que estaban siendo grabados. En el pinchazo, González asegura que “Edmundo está ‘acojonao’, me ha dicho que le están grabando o no sé qué”. Es que tenemos una amiga de la casa que es magistrada, que ha ‘llamao’ para decir ‘oye, cuidado que han grabao una conversación muy extraña" en referencia a Edmundo Rodríguez Sobrino.
El careo se ha producido en Plaza Castilla a raíz de la denuncia del abogado José Luis Mazón sobre el supuesto chivatazo. El denunciante no ha estado presente, sí estaba la fiscal que no ha formulado ninguna pregunta durante el interrogatorio del juez a ambos imputados en el 'caso Lezo' que se investiga en la Audiencia Nacional.