Zimbabue, en la era post Mugabe
Este país localizado en el sur de África camina a toda velocidad hacia un modelo democrático y desarrollado para alejarse de las sanciones y pasar página de Robert Mugabe, el dictador que durante casi cuarentna años ha dirigido sus destinos
Madrid
"Robert Mugabe está en su casa, no corre peligro. Es uno de nuestros ancianos y nosotros solemos cuidar de los nuestros”. Esta es la explicación que nos da la ministra de Turismo de Zimbabue cuando la Cadena SER le pregunta por el que fuera uno de los mandatarios —dictador para otros— más longevo de África, que fue depuesto por su propio pueblo con manifestaciones pacíficas y tranquilas, ejemplo de una primavera revolucionaria, para acabar con décadas de trapicheos de un dirigente que primero fue primer ministro y luego quiso perpetuarse en el poder como presidente a pesar de que la constitución de Zimbabue estipula que debe limitarse el mandato presidencial a 2 periodos.
Así pues, Mugabe se libra de la justicia porque no está previsto abrir ninguna investigación por los casos de corrupción o abuso de poder que se cometieron durante sus 30 años en el cargo. Le sustituye el que fuera su vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, que ha anunciado la convocatoria de elecciones libres y democráticas en cinco meses.
Para entonces, esperan que las sanciones de la Unión Europea y de la Comunidad Internacional se levanten y permitan a Zimbabue respirar. Preparan toda una nueva batería de leyes que permitan las inversiones extranjeras seguras en aquel país, que permitan modernizar una sociedad y una economía deseosa de despegar. En Zimbabue hay platino, algodón, tabaco, oro, diamantes y textiles. Para poder en marchas esas industrias necesita modernizar sus equipos y máquinas además de infraestructuras.
Se abre ahora al mercado internacional. Interesan mucho las empresas españolas, algunas ya han desembarcado allí con proyectos concretos para potabilizar agua, energías renovables, sostenibles, construcción y ferrocarriles además de carreteras. Indra, una de las grandes multinacionales españolas que primero ha aterrizado allí y se va a encargar de un proyecto para la seguridad aérea del país.
España sí tiene embajada en Zimbabue, pero ellos no tienen delegación diplomática aquí. Para preparar todo el proceso, han nombrado un cónsul honorario, Jose María Viñals, abogado de Lupicinio International Law. Un nombramiento que les puede abrir las puertas a las principales compañías españolas capaces de abordar proyectos de esa envergadura en el país Africano.
Eso a nivel comercial, porque en el ámbito turístico, este territorio africano tiene una de las siete maravillas del mundo: las cataratas Victoria. Son un milagro de la naturaleza, situadas en la frontera entre Zimbabue y Zambia. El gobierno temporal de Zimbabue —y también el que salga de las urnas— está muy interesado en el modelo turístico español, del que nos consideran una autentica autoridad.
Tras las elecciones, en las que la ministra Priscah Mupfumira nos asegura que estarán invitados para actuar como observadores internacionales la Unión Europea y la ONU, se abre una nueva era para Zimbabue.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...