El gobierno de Irán detiene a más de 1000 manifestantes
Detenciones masivas en distintas ciudades del territorio, de ciudadanos que protestan por la corrupción y la falta de recursos de un país en el que no se ven las mejoras económicas y sociales

El presidente Rohani acude a una reunion con comisiones parlamentarias en el Congreso de Teherán / PRESIDENTIAL OFFICIAL WEBSITE / (EFE)

Madrid
Desde el pasado jueves, miles de ciudadanos de Irán, salen a las calles para protestar por la corrupción en el país. En todos los estadios, desde el político cuyo gobierno lo preside Hasan Rohaní, hasta el factor religioso liderado por el líder supremo Alí Jamenei quien ha culpado a los adversarios de Irán de estar detrás de las manifestaciones.
Protestas que han llevado a los manifestantes a enfrentarse con la policía que trata de reprimirlos y han dejado a 20 personas muertas y desde el jueves más de 1000 detenidos. Algunos bajo cargos tan severos como atentar contra la seguridad nacional, enemistad con Dios delitos ambos castigados con la pena de muerte.
Entre medias, la comunidad internacional pidiendo a Irán , que respete el derecho democrático de los manifestantes a expresarse e incluso Donald Trump echando más leña al fuego diciendo ¿Qué se puede esperar de un régimen como el de Teherán?. Desde allí se han apresurado a responderle diciendo que se preocupe de quitar el hambre a los norteamericanos necesitados en vez de interferir en la política interna de Iran. Porque para Rohani, este es un asunto interno y que los manifestantes tienen todo el derecho a protestar, y así está recogido en la constitución. Lo que está ocurriendo ahora, dice el portavoz del gobierno iraní Mohammad Baqar, esos actos violentos y vandálicos que se producen durante las manifestaciones están provocados por grupos terroristas infiltrados entre los manifestantes, que incendian coches, prenden fuego a contenedores de basura y rompen cristales y mobiliario urbano.
Pero no parecen concordar mucho las historias que llegan desde los propios manifestantes, con lo que dice el gobierno iraní. Un país azotado por una severísima crisis económica, que empezaba a levantar cabeza tras la suspensión de las sanciones tras cumplir los preceptos de la agencia de la Energía Atómica y los inspectores, pero que ese beneficio no termina de reflejarse entre la población. Para Rohani, Irán no tiene más problema que el paro y las protestas del pueblo no son una amenaza sino una oportunidad. También hay una carencia de derechos fundamentales.
A las palabras de Trump pidiendo a las autoridades iraníes abrir un debate sobre las reivindicaciones de los manifestantes, hay que añadir la preocupación francesa por los arrestos y las muertes poniendo en tela de juicio la visita de Jean Ives Le Drian , el ministro de exteriores galo prevista para el próximo viernes.
Turquía por su parte ha hecho un llamado a las autoridades iraníes para que eviten toda provocación y violencia y pide al mundo que no intervenga en los asuntos internos de Irán.

Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...