El Real Madrid completa un año histórico con su quinto título

El Real Madrid demostró una superioridad absoluta ante el Grêmio de Porto Alegre y se llevó el Mundial de Clubes merced al gol de Cristiano Ronaldo de falta. El luso y el equipo blanco cierran de esta manera un 2017 extraordinario con cinco títulos, la primera vez en la historia del club.

Por sexta vez, el Real Madrid reinó en el planeta, siendo el tercer Mundialito tras otras tres Copas Intercontinentales. Y por primera vez desde el Mundial de Clubes un equipo logró repetir título.

Tras un susto inicial en forma de dura entrada de Geromel sobre Cristiano, Iturralde González dejó claro en Carrusel Deportivo que debió ser roja, el Real Madrid comenzó a dejar claro que este partido lo iba a dominar. Lo podría ganar o perder, pero el balón iba a ser del equipo de Zinedine Zidane.

Y cuando el Madrid domina, Modric gobierna. El croata fue el mejor del cuadro blanco apareciendo tanto en defensa como en ataque. De hecho, de sus botas nació la primera ocasión del partido. El 10 del Madrid hizo una gran jugada por banda que terminó con un centro a Carvajal que despejó Geromel cuando se colaba en la portería. Y acto seguido, Cristiano no llegó por muy poco en el segundo palo tras el saque de esquina posterior.

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El equipo madridista rondaba una y otra vez el área de Marcelo Grohe, pero sin probar al excelente guardameta brasileño. En estas, Grêmio, a la media hora de juego, gozó de sus mejores momentos y estuvo muy cerca de lograr el gol tras un libre directo sensacional de Edilson.

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En la recta final del primer tiempo fue Cristiano Ronaldo el que perdonó. Benzema habitlitó al luso que ante Grohe, en lugar de disparar a puerta, decidió recortar, desperdiciando la oportunidad. Error impropio de Ronaldo que siempre suele mirar a portería en ese tipo de ocasiones.

El partido llegaba al descanso con la sensación de que el Real Madrid era superior a su rival pero que necesitaba tener más claridad o mordiente en los últimos metros si querían empezar a hacer sufrir realmente a Marcelo Grohe.

Y para ello el mejor siempre es Cristiano. Al regreso de los vestuarios, el portugués recibió en la frontal y se sacó un disparo rápido que se fue levemente desviado. Y la siguiente el balón fue a la jaula. El luso fue objeto de falta en la frontal del área y él mismo ejecutó para hacer el primer tanto de la final e igualar a Pelé como máximo goleador de las Intercontinentales. Fallo de los jugadores de la barrera que dejaron un resquicio por el que se coló la pelota para entrar junto al palo izquierdo de Marcelo Grohe.

El Madrid lideraba en el marcador y en el juego y estuvo a punto de sentenciar la final en la siguiente acción de ataque. Benzema dejó perfecto atrás para un Cristiano que engatilló y marcó, pero anularon el gol por fuera de juego. Mal hecho, pues Benzema estaba en posición legal.

Grêmio no conseguía sacarse de encima el dominio madridista que seguía empujando hacia el campo brasileño para intentar conseguir un segundo tanto que les diera tranquilidad. Modric, el mejor del partido de largo, se topó con el poste con un lanzamiento lejano.

A pesar de que el Madrid tenía el partido bajo control, Zidane no se fiaba de las contras de Grêmio y decidió dar entrada a Lucas Vázquez por Isco. Aun así, el equipo carioca seguía muy atrás y sólo intentaba acercarse a la portería de Keylor cuando recuperaba el balón. Muy poca iniciativa de los sudamericanos.

En la recta final, los de Renato Gaúcho abrieron un poco más el partido y comenzaron las contras de uno y otro equipo. En este ida y vuelta, Marcelo Grohe sacó a relucir sus reflejos con dos buenas paradas ante Cristiano Ronaldo y un Gareth Bale que entró por Karim Benzema.

A pesar de estar jugándose un título, los brasileños no inquietaron a Keylor Navas en los instantes finales y el Madrid pudo cerrar el partido y la final con tranquilidad. El equipo de Zinedine Zidane se proclamó por segundo año consecutivo campeón del mundo.