Ocio y cultura

Nápoles, la capital de la música, de la mano del autor de “L’elisir d’amore”

Donizetti compuso decenas de óperas en una de las ciudades de Italia con más tradición melódica

Vista de Nápoles con el Vesubio al fondo / Getty

Madrid

¿Por qué hablar de L’elisir d’amore y de Gaetano Donizetti en relación con Nápoles? Al fin y al cabo, ni la ópera está ambientada en esa ciudad (el libretto dice que se desarrolla en un pueblo de la “Italia rural”, sin más), ni se estrenó allí (fue en Milán), ni el compositor es originario de Nápoles (nació en Bérgamo). Sin embargo, ni L’elisir ni la carrera de su autor serían posibles sin esa ciudad del sur de Italia: porque fue allí donde Donizetti consiguió la fama internacional, en sus teatros estrenó 50 de las 70 óperas que compuso y –pese a los problemas que tuvo con la severa censura del reino- la inspiración de una de las ciudades más musicales del mundo fue decisiva para sus partituras.

Porque Nápoles es tan melódica que la palabra “conservatorio” tiene su origen en las instituciones para huérfanos del siglo XVI de esa ciudad que en las que se enseñaba a los niños, entre otras cosas, música; porque en ella se desarrollaron danzas como la tarantella, pensada para curar mediante el baile la picadura de las arañas; porque en ella trabajaron genios como Alessandro Scarlatti, Giovanni Battista Pergolesi, Domenico Cimarosa, Gioachino Rossini o Vincenzo Bellini; y porque la canción napolitana es un género famoso en el mundo entero todavía hoy.

Guía napolitana para amantes de la música

Ópera en el Teatro San Carlo

Es el teatro de ópera más antiguo de Italia. Aunque el edificio original es de 1737, debido a un incendio en 1816 hubo de renovarse por completo, aunque el aspecto actual se asemeja mucho al del teatro original. Con una acústica célebre y una belleza apabullante, es un enclave insoslayable en cualquier ruta por Nápoles. En el Palazzo Reale, que se encuentra al lado del San Carlo, está el Memus, el museo del teatro.

Conservatorio de la ciudad

Interior de San Pietro a Maiella / Getty

Interior de San Pietro a Maiella / Getty

El Conservatorio de San Pietro a Maiella fue fundado en 1806 y agrupó las cuatro escuelas de música que entonces había en la ciudad. En 1819 Bellini ingresó en este conservatorio y entre los directores figuran nombres como los de Donizetti, Saverio Mercadante y Francesco Cilea.

Plaza Bellini

Ruinas grecorromanas en la Plaza Bellini / Getty

Ruinas grecorromanas en la Plaza Bellini / Getty

Si vamos al conservatorio de Nápoles, nos encontraremos necesariamente con la plaza de Bellini, llamada así en honor al compositor de Norma. En ocasiones,puede escucharse desde allí los ensayos de los alumnos del conservatorio. La plaza está repleta de terrazas y está rodeada por las ruinas de las murallas griegas del siglo IV. Un lugar perfecto para disfrutar del aperitivo con un hilo musical de lujo.

Festival de Ravello y el rastro de Wagner

Vista de la costa desde Ravello / Getty

Vista de la costa desde Ravello / Getty

Ravello es un pequeño pueblo cerca de Nápoles donde se encuentra Villa Rufolo. En sus jardines se encuentra el conocido como "Pabellón de Wagner". Según su correspondencia (entre otros con el rey Luis II de Baviera) el compositor alemán pasó por aquí durante su célebre viaje a Italia. Los biógrafos de Wagner no han llegado a un acuerdo acerca de en qué partitura trabajó el músico en Ravello, pero algunos autores creen que en Villa Rufolo Wagner trabajó en la composición de su Parsifal. En recuerdo a la visita, el palacio acoge todos los veranos el festival de Música y Danza de Ravello, uno de los de más célebres del sur de Italia.

 
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