España bloquea la entrada de la pastilla que previene el VIH
La coordinadora estatal CESIDA acusa al Gobierno de retrasar la aprobación del tratamiento preventivo (PrEP) contra nuevos contagios
Un lazo de paraguas rojos se ha formado en el Palacio de Cibeles organizado por Madrid Salud con motivo del Día Mundial del Sida. / Diego Perez Cabeza (EFE)
Madrid
Han pasado 36 años de los primeros casos y en España el objetivo de erradicar la epidemia del VIH para 2030 sigue muy lejos. En nuestro país, se detectan 10 nuevas infecciones al día, 3.353 a lo largo de 2016. Seguimos a la cabeza de Europa Occidental en este ránking y un 16% de los adolescentes reconoce que no usa preservativo en sus relaciones sexuales.
La pastilla del día antes, ¿la solución?
Según denuncia la plataforma estatal CESIDA, el Gobierno de Rajoy bloquea desde hace más de un año el acceso al tratamiento preventivo PrEP (profilaxis previa a la exposición). Hablamos de una pastilla antirretroviral que se ingiere antes de los intercambios sexuales y que evita nueve de cada diez contagios. En marzo de 2017, la Comisión Europea autorizó su comercialización y, desde entonces, países de nuestro entorno como Francia, Portugal o Reino Unido ya la prescriben.
"Hay muchas personas que están haciendo ya lo que llamamos 'la PrEP salvaje'" alerta el presidente de CESIDA Ramón Espacio. "Consiguen estos fármacos por internet, se los toman por su cuenta sin saber que tienen efectos secundarios que hay que controlar".
Lazo de paraguas en el Palacio de Cibeles / LAURA MARCOS
Lazo de paraguas en el Palacio de Cibeles / LAURA MARCOS
Por eso, en este Día Mundial del SIDA han leído un manifiesto en el Palacio de Cibeles de Madrid en el que reclaman al Gobierno que no deje pasar más tiempo sin regular este tratamiento preventivo. También exigen a la farmacéutica GILEAD, con la patente de este medicamento, que baje su precio y facilite la entrada de genéricos en nuestro país.
Tanto la Organización Mundial de la Salud como la Agencia Europea del Medicamento recomiendan el PrEP a personas con alto riesgo de infección -hombres que tienen sexo con otros hombres o mujeres transexuales-. No es la panacea pero, junto con el diagnóstico precoz, puede ayudar a cumplir el objetivo 90-90-90 marcado por ONUSIDA para 2020. Diagnosticar al 90% de personas con VIH, que de ellas el 90% esté en tratamiento antirretroviral y el 90% de estas tengan la carga viral indetectable.
