'The New York Times': "Cataluña se tambalea"

Madrid

"Habiendo llegado al punto que muchos creían que nunca se llegaría, Cataluña se enfrenta a un dilema político mayor, con el no reconocimiento internacional a ninguna de sus pretensiones, y a un aislamiento que les ha situado al borde de un precipicio, no solo a ellos, sino que han arrastrado al resto de España".

"Menos de una hora después de que el Parlamento catalán votara la declaración de independencia de España, el Senado Español votó para permitir que el gobierno español tomara el control de Cataluña y el lunes los tribunales acusaron a 20 líderes separatistas de rebelión y sedición".

En su editorial, el diario de EEUU no recoge las órdenes de detención de los líderes políticos independentistas catalanes, sino que hace un análisis hasta los días previos y dice que el nivel de apoyo catalán a la secesión nunca fue seguro, ya que solo el 41.5% del electorado regional votó en el caótico referéndum que  Puigdemont celebró.

"En Cataluña parece más que probable que los principales sindicatos y muchos funcionarios públicos acepten el control temporal de Madrid, unos preocupados por una crisis económica que en Cataluña ya se empieza a sentir con la huida de las empresas, y los funcionarios preocupados por perder empleos pagados por Madrid".

"Y por si esto fuera poco, el propio sr Puigdemont, despojado de su cargo y encarado, se fue a Bruselas insistiendo que no buscaba asilo sino garantías sin especificar, para poder regresar. Pero es que ni Puigdemont ni su proceso han obtenido ningún apoyo en el mundo y menos en la Unión Europea a su independencia catalana".

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En la editorial dicen que la postura inflexible de Rajoy podría ser contraproducente si el enfrentamiento continúa, porque las tácticas violentas de la policía española en Cataluña dejaron sentimientos amargos.

"Las elecciones convocadas pueden ser la solución. Si los partidos catalanes están preparados para participar en las próximas elecciones, Rajoy debería mostrar magnanimidad disculpándose por el comportamiento de la policía el 1 de octubre y prometer un mayor respeto por los anhelos nacionales catalanes. La crisis política catalana ha hecho un gran daño tanto a Cataluña como a España y cuanto antes pueda solucionarse antes comenzará la reparación".