Christian Kern, socialdemócrata desgastado

Madrid

Los barones del partido se han rebelado contra Christian Kern. Una revuelta en el seno socialdemócrata provocó la dimisión en mayo del pasado año de Wermen Fayman, quien entonces ocupaba la jefatura de gobierno, porque en las presidenciales su candidato quedó en el peor resultado en la historia de su partido. Así que con la salida de Faymann del gobierno, le sustituyó Kern de 51 años y subió la popularidad de su formación política. Tiene un discurso claro, renovador, optimista, crítico con el pasado y las viejas estructuras de poder.

Es un hombre hecho a sí mismo, que empezó en el partido desde abajo en un barrio de Viena y siendo militante desde la juventud. Ha pasado por diversos cargos directivos de las empresas públicas, y ha conseguido modernizar y sanear la empresa OBB. Con estudios de periodismo y gestión empresarial, dejó a muchos con la boca abierta con un discurso de inauguración donde se habían plasmado las ideas de la socialdemocracia pidiendo trabajar por un país mas justo que superara las diferencias ideológicas.

Es elegante, da bien en la tele, tiene un sentido del humor muy afilado y además es muy buen orador. En sus primeros meses en el cargo muchos acuñaron la frase, “yes we Kern” y contribuyó a la victoria del candidato progresista a la presidencia del estado, Alexander Van der Bellen. Luego sufrió un desgaste de poder debido al cansancio de la ciudadanía por la coalición entre conservadores y socialistas que ha dirigido el país durante 44 años.