Ocio y cultura
Islandia

Cinco cosas que no debes perderte si vas a Islandia (en verano)

El verano en Islandia es una fiesta de la luz, la noche nunca acaba de llegar y sus ciudadanos se echan a la calle para aprovechar el 'buen' tiempo. Lo descubrimos con la ayuda de TripAdvisor

Una de las plazas de Reikiavik, abarrotadas de gente en verano / CADENA SER

Una de las plazas de Reikiavik, abarrotadas de gente en verano

1. Península de Snæfellsnes.

Arnarstapi y su costa son una maravilla (incluso si hace mal tiempo)

Arnarstapi y su costa son una maravilla (incluso si hace mal tiempo) / JUAN LÓPEZ

Arnarstapi y su costa son una maravilla (incluso si hace mal tiempo)

Arnarstapi y su costa son una maravilla (incluso si hace mal tiempo) / JUAN LÓPEZ

Situada al noroeste de la isla, este saliente de tierra es un pequeño resumen de todo lo que hay en Islandia. Campos de lava, playas de arena negra, grandes acantilados, lo tiene todo. Si hace bueno parecerá el ambiente de cualquier telefilm de sobremesa, con sol y embarcaderos en cada pueblecito; si hace malo parecerá una película tenebrosa donde el verde y la niebla se apoderan de todo.

Hellnar, Arnarstapi, Olafsvik y Stykkishólmur tienen visitas obligadas para dar un paseo, tomar un café y diusfrutar de la arquitectura local. En Stykkishólmur hay varios sitios para comer pescado fresco por un precio más barato de lo que se puede encontrar en la capital.

2. Vik.

La larguísima playa negra de Vik

La larguísima playa negra de Vik / LUCÍA TABOADA

La larguísima playa negra de Vik

La larguísima playa negra de Vik / LUCÍA TABOADA

Una de los pueblos más famosos del sur de Islandia. Una de sus atracciones es la playa de arena negra que baña su costa, no está para bañarse ni mucho menos, pero el contraste con cualquier playa española llama muchísimo la atención (aunque en Canarias y zonas de la península también hay algunas playas negras).

No es raro ver a gente a caballo por la larga playa de Vik. También cerca está Reynisfjara, otra playa negra cuyo atractivo reside en la erosión practicamente perfecta que ha sufrido su costa de piedra. Tampoco está mal Vik para como, en una gasolinera N1 hay un bistro en el que hacen un estofado de cordero que viene de perlas para ganar la batalla al frío.

3. Seljalandsfoss.

Seljalandsfoss, una maravilla de la naturaleza

Seljalandsfoss, una maravilla de la naturaleza / CADENA SER

Seljalandsfoss, una maravilla de la naturaleza

Seljalandsfoss, una maravilla de la naturaleza / CADENA SER

Seguramente no es la catarata más famosa de Islandia, pero sí una de las más bonitas. No está demasiado lejos de Reikiavik y está relativamente cerca de Skógafoss, otra de las más conocidas, así que merece la pena hacer la excursión en un día.

4. Jokursarlon.

La laguna del glaciar Jokur da para pasar horas y horas mirando embobado

La laguna del glaciar Jokur da para pasar horas y horas mirando embobado / JUAN LÓPEZ

La laguna del glaciar Jokur da para pasar horas y horas mirando embobado

La laguna del glaciar Jokur da para pasar horas y horas mirando embobado / JUAN LÓPEZ

En el sur de la isla, a algo más de 350 kilómetros de Reikiavik está uno de los lugares más impresionantes de Islandia. El verde desaparece y todo se vuelve azul en una laguna glaciar con una historia muy particular. El calentamiento de la tierra en el último medio siglo ha ido deshaciendo el glaciar con el mismo nombre y ha generado este lago salteado con pequeños icebergs.

Se puede andar alrededor de la laguna y simplemente observar cómo el hielo se desmorona sobre el agua con un enorme estruendo. Hay barcos para navegar y ver esta maravilla desde dentro. También es recomendable seguir la laguna hasta el mar, donde el hielo termina saliendo al oceano.

5. Reikiavik.

La capital de Islandia muda de piel en verano. La gente va en pantalón corto aunque haya 10 grados, se sientan en las terrazas aunque llueva y todos disfrutan de la única estación en la que pueden salir a la calle y disfrutar de su ciudad. Si encima sale el sol... la plazas se llenan de gente tomando cervezas y charlando.

En el puerto de Reikiavik cabe destacar el Saegriffin, un bar pesquero en el que se puede degustar unas maravillosas brochetas de pescado recién pescado y beber una sopa de langosta que quita el sentido. Otro plan agradable es subirse a un barco en busca de ballenas y delfines que bucean por la bahía.

Una ballena sale a la superficie en la bahía de Reikiavik

Una ballena sale a la superficie en la bahía de Reikiavik / JUAN LÓPEZ

Una ballena sale a la superficie en la bahía de Reikiavik

Una ballena sale a la superficie en la bahía de Reikiavik / JUAN LÓPEZ

 
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