"¿Se cree Messi?"
El club abrió la puerta de salida a algunos de los pesos pesados del vestuario para tratar de equilibrar sus cuentas y respetar los límites de la UEFA, lo que los jugadores se tomaron muy mal
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El brasileño del PSG Neymar. / BENOIT TESSIER (REUTERS)
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Madrid
El fichaje millonario del brasileño Neymar por parte del PSG ya ha causado más de un problema en el seno del club francés. El más evidente ha sido el cisma que se ha creado entre el exjugador del Barcelona y el uruguayo Cavani a raíz de los penaltis. Este lunes publica 'El País' que el jeque Al-Khelaifi ofreció a este una prima especial si renunciaba a los lanzamientos. Concretamente, le ofrecía como fijo el millón de euros que hasta ahora solo cobraba si era el máximo goleador del campeonato.
El uruguayo no rechazó la cláusula, pero dejó claro que seguiría tirando los penaltis porque entendía que se lo había ganado después de cuatro años en la entidad, en la que es el tercer capitán. En ese momento, el propietario del club trató de convencer a Neymar de que se olvidara de los penaltis alegando a su capacidad de liderazgo en el equipo que implica una supuesta "magnanimidad" con sus compañeros. No convenció al brasileño.
Según fuentes de la UEFA, los problemas relacionados con el fichaje de Neymar son anteriores. Cuando el Bayern, el Real Madrid y la Juventus empezaron a levantar la voz por cómo se saltaba el club francés el juego limpio financiero, la respuesta del propietario del club fue poner a la venta a la mitad de la plantilla en 48 horas. Así, el club abrió la puerta de salida a los Di María, Pastore, Matuidi, Moura, Draxler, Ben Arfa, Aurier y Thiago Silva. Matuidi, por ejemplo, forzó su traspaso y se fue a la Juve por solo 20 millones. "¿Y éste quién se cree? ¿Se cree Messi?", se preguntaban en el vestuario.
Este fin de semana, el modesto Montpellier frenó al superpoderoso París Saint Germain (0-0). Eso si, se notó en las filas parisinas la ausencia del brasileño, que dejó coja la ya famosa MCN. Y es que ni Mbappé ni Cavani carburaron.