Cubierto de orina y excrementos: así dejó un inquilino el piso que alquiló en Airbnb
La dueña calcula que arreglar los desperfectos dejados por el inquilino supondrá un desembolso de 10.000 euros
Madrid
Cuando Laurie abrió la puerta de su piso tardó unos minutos en reconocerlo. Había alquilado su apartamento en París a través de Airbnb durante casi tres semanas, pero jamás pensó que a su vuelta lo encontraría en ese estado. Las paredes estaban cubiertas de excrementos y orina, al igual que la cama. Pero el resto del mobiliario del piso tampoco se salvaba. Los muebles estaban destrozados y el suelo cubierto de latas de cerveza y botellas vacías.
“El estudio se ha transformado literalmente en una invasión de excrementos, orina y una impresionante cantidad de botellas de alcohol vacías”, ha escrito la dueña en un post de Facebook, en el que también ha colgado las imágenes en las que se da cuenta del estropicio.
“Quedé devastada por ver mi estudio en la situación que lo encontré”, continúa señalando Laurie en el texto publicado en su cuenta de la red social.
El apartamento quedó en tal estado de deterioro que su dueña calcula que arreglar todos los desperfectos dejados por su inquilino tendrá un coste aproximado de 10.000 euros. Pero Laurie no piensa sacar el dinero de su bolsillo y exige a Airbnb que se haga cargo de la factura de las reparaciones.
La plataforma de alquiler de pisos todavía no ha dado una respuesta afirmativa, aunque se ha comprometido a enviar un técnico que evalúe los daños causados en el piso. Además, ha expulsado de la plataforma al inquilino, que tras el destrozo no podrá volver a alquilar un piso a través de Airbnb.
“Los costes de limpieza son enormes. He tenido el valor de hacer fotos pese al olor, los insectos y los desperfectos que proliferan”, afirma Laurie, quien ha explicado que el inquilino era “alcohólico y sufría depresión”.
El caso ha levantado cierto revuelo en Francia y la plataforma de alquiler de pisos se ha apresurado a señalar que el de Laurie es un caso aislado entre los miles de alquileres gestionados a través de Airbnb. “De los treinta millones de pisos alquilados en el último año solo un 0,009% sufrieron grandes daños”, ha afirmado.