Los españoles somos los europeos que más nos quejamos de sufrir dolor

Madrid

Los españoles nos diferenciamos del resto de los europeos en que no nos cuesta nada hablar abiertamente del dolor. El 59% de los ciudadanos lo hacen cuando se trata de dolor corporal y el 52% del de cabeza. Y aunque lo compartimos con amigos y familiares, casi el 20% de las personas que lo padecen no toman medidas para que desaparezca. En España hasta el 63% de los ciudadanos asegura padecer algún tipo de dolor lo que nos sitúa a la cabeza de los 15 países europeos que han participado en el primer barómetro del dolor promovido por unos laboratorios farmacéuticos. Lumbalgia y cervicales, son los dos focos de dolor más frecuentes en nuestro país.

Este barómetro no sólo analiza las consecuencias físicas del dolor, sino también sus efectos en el bienestar emocional, la vida familiar, el rendimiento en el trabajo, e incluso, la economía nacional. Y es que las cifras son importantes, en 2016 los españoles hemos faltado al trabajo tres días, de media, a causa del dolor corporal. Las bajas laborales costaron a la economía española 5.600 millones de euros.

Sin jugar con los hijos y problemas para dormir: así influye el dolor en la vida cotidiana

Desde el punto de vista emocional, el dolor es fuente de preocupación o ansiedad en la mayoría de quienes lo sufren, así lo reconocen hasta el 94% de los encuestados. Estas personas tienen problemas para dormir, muchos dejan de practicar deportes, renuncian a las actividades en familia, se sienten incapaces de jugar con sus hijos y algunos llegan a no salir de casa a causa del dolor. Este barómetro ha sido elaborado por Edelman Intelligence y promovido por Voltadol. La muestra ha sido de más de 19.000 encuestas en distintos países y se trata del primer estudio que se ha realizado sobre la percepción, las causas y las consecuencias del dolor en el mundo.

El doctor Javier de Andrés, Jefe de Servicio de la unidad del dolor del Hospital Universitario La Paz, explica que los españoles sufrimos sobre todo de lumbalgias y dolor cervical provocados por la artrosis que a su vez viene asociada a los problemas de envejecimiento. Este especialista asegura que hay dolores que no van a desaparecer del todo y así se lo comunica a sus pacientes pero que siempre existe la posibilidad de aliviarlos. En la actualidad, añade de Andrés, se ha pasado de la farmacología a otras técnicas más innovadoras que actúan directamente sobre el cerebro para que este perciba menor sensación de dolor.

Javier de Andrés reconoce que le preocupa mucho la posible adicción a los nuevos fármacos con opioides. En España, nos cuenta, monitorizamos a los pacientes para controlar que no lleguen a desarrollarse conductas adictivas. Lo que ha sucedido en estados Unidos nos hace tomar muchas precauciones, sigue explicando. La liberalización casi total de la prescripción de opiáceos en EEUU generó un problema importante de adicción e incluso el que algunos ancianos, con escasos recursos, llegaran a vender sus fármacos en el mercado negro. Aquí en España eso no puede suceder por la trazabilidad de las recetas electrónicas pero, en cualquier caso, concluye, no podemos bajar la guardia.

Únete al canal de WhatsApp de la SER