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SOMALIA

Móviles contra la hambruna en Somalia

30.000 familias somalíes reciben ayuda directa a través de sus teléfonos para poder resistir a una de las peores crisis humanitarias mundiales

Save The Children transfiere 47 millones de dólares directamente a las familias más vulnerables que con un simple mensaje de texto pueden comprar desde un vaso de té a cualquier medicamento en cualquier tipo de comercio

"No hay dinero en efectivo, con esto se elimina cualquier tipo de fraude y sobre todo se empodera a las familias que deciden en qué gastar la ayuda que le ofrecemos", afirma Andrés Conde, director de la ONG en España

La familia de Sukri. en su choza en el campo de desplazados internos de Hoodo, a 30 km de la frontera con Etiopia. / NICOLÁS CASTELLANO

La familia de Sukri. en su choza en el campo de desplazados internos de Hoodo, a 30 km de la frontera con Etiopia.

Somalia

Atravesando el campo de desplazados internos de Hoodo, situado al norte de Galkayo, y a solo 30 kilómetros de la frontera con Etiopía, entramos a la choza de Sukri. En el suelo hay dos niños tumbados inmóviles sobre una tela, están malnutridos y recibiendo tratamiento, son los dos pequeños de los siete hijos que tiene esta joven de 27 años. Hace cuatro meses que sobrevive en este campo de desplazados con otras 180 familias, a donde llegó huyendo de la sequía tras perder todo su ganado, más de 100 cabras y 10 camellos. "La situación es muy dura, nunca había tenido a mis hijos así de enfermos, aquí no se puede conseguir agua, hay que ir andando hasta el pueblo y la comida también escasea. Ahora hemos empezado a recibir ayuda de 'Save The Children' a través del teléfono móvil y empezamos a estar algo mejor porque podemos ir a las tiendas y comprar lo que necesitamos", afirma esta superviviente de una de las peores sequías del último medio siglo en el Cuerno de África.

La de Sukri es el prototipo de familia con especiales condiciones de vulnerabilidad a las que esta ONG está ayudando directamente no a través de paquetes de ayuda o comida, sino dándosela a través de los teléfonos móviles. "Hasta hace dos meses nunca había usado un móvil, me dieron un curso para manejarlo y de hecho no me apaño todavía muy bien, pero cuando me llega el saldo con el dinero lo transfiero todo a la tienda y cada vez que compro ellos me van descontando", afirma mientras enseña el mensaje de texto con la cantidad de dinero que recibe, 101 dólares cada 3 meses, con lo que puede comprar en cualquier tienda del pueblo, Bur Salaax, situado a una hora caminando, y que está muy cerca de la ruta de huída de los que llegan tras fracasar en busca de mejores pastos para sus animales en tierras etíopes.

La familia de Sukri en su choza en el campo de desplazados internos de Hoodo, a 30 km de la frontera con Etiopia.

La familia de Sukri en su choza en el campo de desplazados internos de Hoodo, a 30 km de la frontera con Etiopia. / N. CASTELLANO

La familia de Sukri en su choza en el campo de desplazados internos de Hoodo, a 30 km de la frontera con Etiopia.

La familia de Sukri en su choza en el campo de desplazados internos de Hoodo, a 30 km de la frontera con Etiopia. / N. CASTELLANO

"Para comprar lo que sea con el móvil, sólo con preguntar el precio en la tienda y transferirle el dinero con una especie de SMS, es suficiente. Les enseñamos en un breve curso los números y códigos que hay que marcar para tranferir la cantidad que sea ,desde pagar un vaso de té a comprar comida o alimentos, todo con mensajes de texto en el que transfiere el saldo a esos comercios. Solo varían algunas cifras si se paga al comerciante directamente en una cuenta o a través también de su teléfono móvil. Todas las tiendas tienen su propio código. Es como los móviles de prepago, lo que sucede es que en lugar de meterle saldo a los móviles lo que hacemos es traspasarlo a otras cuentas o otros móviles. Este método nos está ayudando muchísimo a que las familias sean más autónomas y puedan paliar en parte esta situación crítica que están viviendo por la sequía", explica Mohamed Hersi, el coordinador del area de salud de Save The Children en Puntlandia.

El uso del móvil para transferir ayuda directamente a las familias ha revolucionado la ayuda contra el hambre en Somalia según Save The Children, que destina 47 millones de dólares, casi la mitad de su presupuesto de 100 millones, a este programa de transferencias a través del teléfono.

Una de las tiendas de pueblo de Bur Salaax, con el código que hay que marcar para hacer las compras

Una de las tiendas de pueblo de Bur Salaax, con el código que hay que marcar para hacer las compras / N. CASTELLANO

Una de las tiendas de pueblo de Bur Salaax, con el código que hay que marcar para hacer las compras

Una de las tiendas de pueblo de Bur Salaax, con el código que hay que marcar para hacer las compras / N. CASTELLANO

Es la agencia para la agricultura y la alimentación de la ONU, la FAO, la que determina en cada región la cesta minima familiar, una renta mínima que necesita cada familia para sobrevivir y, dependiendo de esa cuantía, Save The Children les ingresa a través del móvil el 75% de esa renta para compensar, cuando la reciben, la ayuda alimentaria que reciben por ejemplo de otras agencias de la ONU como el Programa Mundial de Alimentos.

Los propios desplazados eligen a través de un comité creado por ellos mismos a las familias que se van a beneficiar del programa de transferencias de dinero a través de los móviles. El criterio es ayudar a los que más lo necesitan, madres solas, niños con discapacidad, o familias con muchos hijos como la de Sukri.

"Un comité propio identifica los las familias en situación de mayor vulnerabilidad según unos criterios que se mencionan: madres solas con hijos a cargo, familias con un número de niños muy elevado, familias con niños con discapacidad o circunstancias de especial vulnerabilidad entonces se seleccionan como las personas que van a ser las beneficiarias del programa de transferencias de efectivo. Después se reúne a toda la comunidad una vez que se ha hecho la selección y se les explica el contenido del programa, cómo va a funcionar, como algunas familias van a recibir ayuda y, públicamente, se leen los nombres de las familias que van a ser beneficiadas porque es un procedimiento muy transparente. Se les entrega un teléfono móvil, un terminal que cuesta 18 dólares a cada una de estas familias y se les explica que van a recibir una transferencia, mensual o trimestral, depende del caso, y se hace efectivamente a partir de acuerdos con la compañía de teléfonos más importante de Somalia y se les envía una cantidad de efectivo que varía según según la región porque las necesidades son diferentes", explica con entusiasmo el director de Save The Children en España, Andrés Conde, que está visitando los proyectos de su organización en Puntlandia, una región al norte de Somalia, de las más castigadas por la sequía que sitúan en este momento a un millón cuatrocientos mil niños afectados por la desnutrición.

"El pago a través de móvil está completamente extendido por cualquier rincón de Somalia y además el terminal también le sirve a cada familia para llamar si tienen cualquier tipo de urgencia al personal de Save The Children. Hay un número de teléfono móvil al que las familias pueden llamar si tienen cualquier problema, a veces por problemas con la tarjeta SIM, otras veces para avisar de que su hijo está enfermo y necesitan ayuda, o que se les han acabado los recursos que necesita en este programa", destaca Conde, que subraya la mejora que ha supuesto el transferir la ayuda directamente por esta vía. "Permite eliminar el manejo de efectivo, que siempre es lo que conduce al fraude, y tener un control muy directo de lo que las familias están gastando que suelen ser pequeñas cantidades. Cada 15 días, después de cada entrega, nuestro personal monitorea en una visita a la familia en qué se lo han gastado. Este dinero tranferido directamente también empodera a las familias, que tienen un presupuesto que gestionan ellos mismos, tanto para para sus compras de alimentación como cualquier tipo", destaca el director de Save The Children España que durante la semana está recorriendo los proyectos en Puntlandia.

30.000 familias, 180.000 personas, luchan contra la sequía y el hambre con el móvil como arma. Save The Children hace un llamamiento urgente a a ayuda en este país donde casi siete millones de personas necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir a una de las peores sequías de su historia que ha forzado el desplazamiento de más de 739.000 personas, son los desplazados internos sólo desde el mes de enero por esa falta de lluvias.

Un país donde casi un millón y medio de niños necesitan ayuda. Si no la reciben antes de final de año, directamente podrían morir los 275.000 niños malnutridos agudos severos. Los casos más graves, que como los hijos de Sukri, luchan hoy por mantenerse un día más con vida.

En la última hambruna declarada en Somalia, la de 2011, murieron 260.000 personas, la mayoría mujeres y niños. Este mes de julio el gobierno somalí y la ONU tienen que decidir si declaran la tercera hambruna de la historia en este estado fallido del Cuerno de África.

 
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