El ex primer ministro Valls abandona el Partido Socialista francés
Tras 37 años de militancia apoya la mayoría parlamentaria de Macron, "por coherencia"
Manuel Valls, político francés que ha dimitido del Partido Socialista francés. / CHRISTOPHE PETIT TESSON (EFE)
París
El ex primer ministro Manuel Valls abandona el Partido Socialista (PS) francés, tras 37 años de militancia para apoyar a la République En Marchede Emmanuel Macron, grupo mayoritario de la Asamblea Nacional . "Acaba una parte de mi vida política. Dejo el Partido Socialista o el Partido Socialista me deja", declaró esta mañana a la emisora RTL.
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Reelegido el pasado día 18 en las elecciones legislativas por el PS, pero habiéndose pronunciado antes a favor del presidente Macron, Valls toma ahora esta decisión “por coherencia“. Y tras una larga y tumultuosa relación con ese partido, por el que se presentó como candidato a Presidente de la República en las primarias de enero y perdió frente a Benoît Hamon.
De 54 años, Valls ha contado en la entrevista que formaba parte del PS desde hace 37 años cuando le preguntó a uno de sus dirigentes, Bertrand Delanoe (posteriormente alcalde de París) , "si un joven español, porque era español entonces (Valls nació en Barcelona), podía afiliarse, y me dijo que sí".
"Constato con mucha tristeza, con amargura, en qué se ha convertido el PS. Ahora sólo quiero una cosa, el éxito del quinquenio y el éxito de Francia". El ex jefe del Gobierno con François Hollande no descarta entrar en el movimiento fundado por Macron. Este martes se reúne por vez primera la Asamblea de la nueva legislatura y Valls quiere sentarse en el grupo de la mayoría parlamentaria. Afirma que votará el 4 de julio la moción de confianza para el Gobierno del primer ministro, Edouard Philippe.
En otra entrevista en el diario Liberation, Valls responde sobre su “posición autoritaria” y las humillaciones recibidas a lo largo de la campaña electoral, sobre todo por parte de Jean-Luc Mélenchon y sus militantes.
“A veces la izquierda se pierde”, una vez sale de las explicaciones económicas y sociales y “entra en dificultades con los problemas de identidad” se queja Valls que considera no se defiende bien el laicismo.
La relación de Valls con su partido se había hecho cada vez más difícil en los últimos años, e imposible tras la victoria de Hamon, quien como ministro de su gobierno se situó a la cabeza de los “diputados rebeldes” socialistas que se negaron a apoyar las principales leyes de la legislatura, tanto la reforma laboral como parte de las medidas antiterroristas. Hamón obtuvo un resultado históricamente bajo para el PS, ya que quedó eliminado desde la primera vuelta el 23 de abril con sólo un 6,20 % de los sufragios.
Dos semanas después, Valls dijo que "este Partido Socialista (estaba) muerto", que "(debía) superarse" y que él tenía intención de presentarse como candidato a las legislativas en la circunscripción de Evry (a las afueras de París) en la que ha sido diputado ininterrumpidamente desde 2002, pero en el partido de Macron, La República en Marcha.
“No soy un romántico de la política” ni una “victima”, añade el político francés quien opina que el fracaso electoral del PS en las elecciones tiene que ver "en parte" con el hecho de que "la izquierda no asumió la coherencia" de las reformas hechas por los Gobiernos del presidente François Hollande (2012-2017) en los que él participó, primero como ministro del Interior y luego como primer ministro.
