¿Y si la censura protege al Gobierno?
La Constitución se pensó para que duraran los ejecutivos, lo que complica la capacidad de destituirlos
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Imagen del Congreso de los Diputados.(EFE)
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Madrid
En la misma semana en que el Congreso de los Diputados debate la moción de censura contra Mariano Rajoy se cumplirán 40 años de las primeras elecciones tras el franquismo y una cosa tiene que ver con la otra. La Constitución de 1978 la pensaron para proteger al Gobierno, para que no pasara como en Francia o en Italia, donde algunos gabinetes duraban días. Por eso, en España puedes ser presidente con mayoría simple, como lo fue Rajoy tras varias votaciones, pero hace falta absoluta para que te echen. Por eso, aquí no ocurre nada si se reprueba a un ministro, porque aquí, a diferencia de Reino Unido o Grecia o Suecia, el Parlamento no puede echar a un ministro.
Aquí se puede echar a un Gobierno entero si es que hay otro con mayoría para ponerse y eso no ha ocurrido hasta la fecha, como tampoco sucederá esta semana. Cuando aquí se ha querido de verdad echar a un Ejecutivo no se ha planteado una censura, sino que se ha hecho otra cosa: tumbarle las cuentas y atarle con eso las manos.
Para echar a Felipe González en 1995 lo que hicieron fue tumbarle los presupuestos. De pronto CiU le retiró el apoyo, decidido a prestárselo al PP como ocurriría en el primer Gobierno de Aznar. De aquellas, González tuvo que adelantar elecciones sin que nadie amagara con censurarle. El arma que ha decidido aquí sobre la continuidad del mando han sido hasta ahora los presupuestos generales y Rajoy acaba de aprobar los suyos. De hecho, ya negocia el techo de gasto para el año próximo.
La censura, en definitiva, mide dos valores: la confianza en quien gobierna y si existe una alternativa política. Esos son sus dos objetivos. A veces sale mal, como le pasó a Hernández Mancha. A veces sale bien, como le ocurrió a González contra Adolfo Suarez. Es verdad que el PSOE perdió aquella votación en 1980, pero, de alguna forma, la ganó en diferido: Suárez dimitiría un año después.