Bruselas propone reimpulsar la Unión a partir de nuevas estructuras para el euro
Moscovici afirma que “la gestión del euro no puede hacerse al margen de los principios democráticos”, pero da tiempo a Merkel para que pase su campaña
Bruselas
Todo son temas viejos, pero Bruselas los ordena en una reflexión a largo plazo que contra los intento de renacionalizar poderes europeos suponen, si prosperan, hacer del euro el centro de un nuevo modelo democrático. “La gestión del euro no puede quedar al margen de la exigencia democrática. Necesitamos un control democrático, necesitamos reforzar el papel del Parlamento europeo”, ha dicho el Comisario Moscovici en la presentación del nuevo documento de reflexión sobre un modelo económico cuyo reequilibrio necesitará tiempo porque el equipo de Juncker no se ha atrevido a situar a Merkel ante el enorme listado de carencias.
“Algunos economistas como Joseph Stiglitz afirman que las divergencias son tantas que en la práctica el euro no podrá seguir unificado”, ha dicho Moscovici que, sin embargo, añade: “Nosotros estimamos que necesitamos esta moneda única sabiendo que estamos reclamando la reducción de divergencias”.
El primer desafío para lograrlo es conseguir el famoso “objetivo de convergencia”, un tema para el que Bruselas carece de instrumentos como ha reiterado hoy el Comisario Moscovici incapaz, como todo el equipo de obligar a los estados con superávit presupuestario a invertir en el resto. Algo que la Alemania de la Canciller Merkel ha siempre rechazado por lo que el documento supone darle tiempo para que vuelva a ir elecciones sin presiones aunque sabiendo que algo debe moverse en los próximos años.
“Queremos discutir sobre qué forma precisa debe tener un sistema de protección de las inversiones públicas en caso de recesión, un mecanismo de garantías frente al paro europeo y un fondo de reserva para tiempos difíciles cuya interpretación más rigurosa nos llevaría a aprobar un presupuesto para la zona euro”, ha dicho Moscovici dando por hecho que el miedo a dos Europas queda desvanecido al proponer que todos los países de la Unión sean miembros del euro a partir del 2025.
Para entonces, la UE sabrá qué tipo de Tratado Europeo exigen estos cambios, otro tema difícil, que en Francia, por poner un ejemplo, podría necesitar pasar por referéndum. Aunque el Comisario de Asuntos Económicos confía en encontrar otros sistemas que eviten la consulta y esto a pesar de estar muy satisfecho porque en su país, Le Pen ha sido derrotada por los partidarios del modelo europeo.