Peter Handke, doctor 'honoris causa' por la Universidad de Alcalá
Al escritor austríaco le retiraron el Premio Heine en 2006 por la polémica que creó su defensa de los serbios en la Guerra de los Balcanes
Madrid
La Granada de Irving en Cuentos de la Alhambra, la pamplona de Hemingway en Fiesta. Reconocibles ¿Y la Sierra de Gredos de Peter Handke? Pensador, ensayista, novelista, poeta, dramaturgo, cineasta y caminante. Handke. Una figura de altibajos. Hace una década le retiraron el Premio Heinrich Heine por su apoyo a Milosevic y ahora es nombrado Doctor honoris causa por la Universidad de Alcalá de Henares.
Un título que recibe con "una gran responsabilidad" por lo que representa la literatura española; cita a Fray Luis de León, Cervantes y a la filósofa María Zambrano como alguno de sus imprescindibles. "Handke no es sólo uno de los autores más originales e influyentes, sino que va en contra del mercado literario universal”, explican desde la Universidad.
Más que en contra, el esloveno va por el libre. Handke es uno de esos fueras de serie que no explican sus obras, que dejan que ellas hable por él, que apenas se expone a los medios. El honoris causa le obligó a ello y, esquivo, optó por las sentencias en negativo. "No tengo anhelos", "no tengo nada que decir, por eso escribo". Pero entre el alemán y el castellano de leer a los grandes clásicos dejó píldoras para reflexionar: "No existe un alma española. No soy un autor internacional. Soy universal con mi versión de la lengua alemana, y la literatura universal surge de la diferencias. Cada lengua tiene su versión distinta de lo que es el ritmo del alma", ha explicado Handke al tiempo que criticaba el intento actual de internacionalizar la literatura.
Al ser interrogado por el proyecto de Cataluña, ha respondido que le daba miedo. "He leído el periódico esta mañana y da miedo", ha subrayado Handke para decir a continuación que no tenía más respuesta para este tema. "No soy un autor de la actualidad. No soy un periodista. ¿Por qué da miedo? Buena pregunta, pero no tengo respuesta", ha sentenciado hablando a ratos en español.
Handken escribe desde los 16, se le empezó a conocer en la década de los setenta por su teatro de vanguardia (Gaspar, Insultos al público o El pupilo quiere ser tutor) Guionizo, también, para su amigo el cineasta Wim Wenders la premiada El cielo sobre Berlín, estrenada en 1987. Y en 1989 viajó por primera vez a España. Primero a Linares y después a Soria, que inspiraron Ensayo sobre el cansancio. Desde entonces, caminó (con pies y palabras) desde Ceuta hasta Pirineos, desde Finisterre hasta Tarragona; por los olivares de Jaén, la sierra de Gredos, las tablas de Daimiel y Aranjuez. Lugares protagonistas en La pérdida de la imagen o La Sierra de Gredos, y secundarios en otras como El año que pasé por la bahía de nadie. Lugares a los que (negaciones aparte) agradece el autor: "Siento agradecimiento por todos los lugares que he visitado en España. De vez en cuando ha habido momentos místicos en Ávila, en Segovia, en la estación de Linares... Esta unión mística es un misterio", señala el escritor
Peter Handke, un clásico contemporáneo, comparado con los grandes autores como Thomas Bernhard o Thomas Mann, además de recibir el miércoles el título de doctor honoris causa en Alcalá también recibirá el título de Visitante ilustre de Aranjuez.
Unos actos coinciden también con la publicación del libro Handke y España (Alianza) en edición de Cecilia Dreymüller, que incluye fragmentos de sus obras en los que el autor ha plasmado su visión de este país, y que se completa con entrevistas como la de su traductor en español Eustaqui Barjau y con textos de Enrique Vila-Matas, Juan Villoro, Ray Loriga, José Luis Pardo o Miguel Morey, entre otros.