Críticas de las empresas a la subasta que hoy debe adjudicar 3.000 Mw renovables
La fotovoltaica reclama libertad para pujar a la baja y la eólica que se prime su aportación industrial
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Foto de archivo de un parque eólico. / GETTY IMAGES
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Madrid
Este miércoles se celebra la subasta para la instalación en España de hasta 3.000 megawatios de energía eléctrica renovable. Es el mayor impulso a estas tecnologías desde que el gobierno Rajoy paralizó su expansión en 2012, y ayudará -dice- a cumplir el compromiso europeo de un 20% de energías renovables en 2020.
Tras la subasta realizada en 2016 para la adjudicación de 500 Mw de energía eólica y 200 de biomasa, la subasta que ahora se celebra es abierta a todas las tecnologías. Y neutral -dice el gobierno- con iguales posibilidades para todas. Pero, a igual oferta económica, se impone la que aporte más horas de funcionamiento. Y esto favorece a la eólica. Lo ha dicho el propio Ministro de Energía, Álvaro Nadal, en una respuesta parlamentaria en el Senado: "En España la energía eólica tiene unas grandísimas oportunidades de llevárselo -en referencia a esta subasta- entre otras cosas porque trabaja más horas que la solar".
Recurso ante el Supremo
Así lo ve también la patronal fotovoltaica UNEF, descontenta porque hay un límite en la oferta económica del que no se puede bajar. Su director general José Donoso teme que con ese suelo puede producirse "un empate generalizado" que perjudicaría a la fotovoltaica frente a la eólica. Porque a ésta se le asignan 3.000 horas de funcionamiento al año, frente a las 2.260 de la primera. "Hemos recurrido al Tribunal Supremo para eliminar esta norma. No para que nos favorezca a nosotros, sino para que cada empresa, cada tecnología, pueda ofertar el precio que desee, el precio más barato posible, y que gane la que sea más barata".
22.000 empleos
Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica dice que hay parámetros que la perjudican. Como el hecho de que a otras tecnologías se les asignen 5.000 horas de funcionamiento anuales. Él querría una subasta que primase la aportación industrial de su sector: "Una industria que da empleo a más de 22.000 personas, que exporta 2.000 millones de euros al año". Es uno de los sectores estratégicos del país -sostiene- "y eso debería haber sido tenido en cuenta a la hora de diseñar la subasta"
Critica también que cada seis años vayan a cambiar los ingresos de todas las empresas que ganen la subasta. Como ya ocurre con el conjunto de las renovables a raíz de la reforma energética del gobierno Rajoy.
Las energías renovables produjeron el 41% de la electricidad consumida en España en 2016. Pero aportan menos del 20% comprometido para 2020 del consumo energético total. Esta subasta -dice el Ministerio de Energía- contribuirá a cumplir ese compromiso.