Los empleados de banca rechazan ser responsables de la inversión del cliente
UGT y CCOO recuerdan que son las entidades las que diseñan los productos y redactan los folletos informativos
Los bancos aseguran que las plantillas ya estudian cómo explicar mejor los contratos
Madrid
Los empleados de banca -a través de los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT- piden al supervisor no ser responsables del riesgo que corre el cliente que contrata productos de inversión y que quede claro en la nueva regulación que les exige mayor formación y experiencia en la venta de estos instrumentos financieros. Según cálculos de Comisiones, el sector cuenta en la actualidad con 190.000 empleados.
Roberto Tornamira, responsable del sector financiero en UGT, advierte de que esta nueva exigencia europea que aplica en España la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) "es un intento de trasladar la responsabilidad del riesgo de los productos a los trabajadores, exonerándose a las empresas". Lamenta que "tal y como se está enfocando, apunta a que seamos los trabajadores del sector los que asumamos la responsabilidad de lo que ocurra con los productos financieros". A "nosotros como UGT esto nos parece rechazable, porque en inversiones siempre se corre riesgo. Quien pretenda ganar dinero y cuanto más dinero se pretenda ganar (casi es un axioma), más riesgo hay", destaca.
Además, recuerda que "son las empresas las que diseñan los productos que se ofrecen al cliente y quienes redactan los folletos informativos", de modo que "por mucha formación que se dé a los trabajadores, siempre vamos a defender que no son responsables de la finalización o de los objetivos que se consigan con un producto a nivel económico".
También Joan Sierra, responsable del sector financiero en CCOO, comparte "el temor de que las entidades pretendan trasladar la responsabilidad de la comercialización del producto al trabajador" y avanza que están estudiando "pedir seguros de responsabilidad civil".
Sierra dice contar con el apoyo de la CNMV para convalidar las materias ya conocidas por los trabajadores en los cursos de formación y solicita un código ético para toda la profesión, ya que ahora cada banco elabora el suyo.
FORMACIÓN Y EXPERIENCIA
La CNMV ha sacado a consulta pública la guía técnica para la evaluación de los conocimientos y competencias del personal que informa y asesora en las entidades financieras. El objetivo de esta guía es "mejorar el nivel de formación del personal", según la CNMV, que tendrá que supervisar que las entidades cumplen esta nueva exigencia de Bruselas recogida en la directiva Mifid 2. La guía impone requisitos de formación (80 horas para el personal que informe y 150 para el que asesore, además de formación continua) y una experiencia mínima de 6 meses a jornada completa.
Los sindicatos demandan que en la nueva normativa -que entrará en vigor en enero de 2018- se defina quién asume la responsabilidad de las inversiones de los clientes para que no recaiga sobre los trabajadores, como ha ocurrido, por ejemplo, con la comercialización de las preferentes, las hipotecas multidivisa o el índice hipotecario IRPH. Reclaman a su vez que la nueva formación que se exige a los empleados se imparta en jornada laboral y si no, compute como tal, con la retribución correspondiente. La guía de la CNMV está abierta a alegaciones hasta el 10 de mayo.
BANQUEROS SATISFECHOS
Los responsables de las entidades valoran positivamente las mayores exigencias de formación y expericiencia y aseguran que van en línea con lo que ya vienen haciendo.
José Antonio Álvarez, consejero delegado de Banco Santander, señala que juegan con ventaja porque ya en países como Reino Unido se exige "un certificado para vender determinados productos". Sostiene que "venimos formando a nuestros empleados desde hace meses para que estén mejor cualificados en la explicación de los productos a los clientes, del tipo de riesgo inherente a esos productos y del tipo de contrato que están firmando, tratanto de ser lo más transparente posible", defiende Álvarez. Insiste en que está en el "ánimo" de la entidad "vender productos simples con una transparencia alta y que sean bien entendidos por el cliente. Ahí estamos 110% alineados con la mejora de la satisfacción del cliente en su relación con nosotros", sostiene.
También José Sevilla, número dos de Bankia, dice que es "un esfuerzo en el que ya estamos trabajando desde hace meses" y que el endurecimiento de los requisitos para vender productos de inversión "no significa que los empleados no estén formados ya". En su opinión "es bueno para todos esa homologación de los criterios y la certificación" porque "da garantía a los clientes". Además, mantiene que "para los empleados es una oportunidad de ponerse al día y de tener su certificación, que les sirve para su carrera profesional" con independencia del banco en el que trabajen.