Un frente en el este
Mientras Rajoy sale sin rasguños de la sesión de control parlamentaria, se le forma una franja de oposición, incluso interna, en las comunidades mediterráneas
El presidente español, Mariano Rajoy, habla por teléfono en una reunión del PP europeo en Malta / DARRIN ZAMMIT LUPI (Reuters)
Madrid
A pesar de la minoría, de que el Congreso haya empezado a investigar si hubo policía patriótica y antes de que se ponga con las cuentas del PP, los días son plácidos para Mariano Rajoy. Este miércoles salió sin rasguños de la sesión de control parlamentario y luego posó sonriente con quienes votarán sus presupuestos.
Nada altera a Rajoy, que se tiene en dos expectativas: que baje el paro y que salgan las cuentas, que es lo Bruselas le pide. Y las señales de aviso al presidente no le llegan tanto del Parlamento, sino de un frente en el este, de Cataluña a Murcia.
Por la parte catalana, la advertencia no procede sólo de los soberanistas, que mantienen el pulso. Esta vez es una queja coral por la falta de inversiones. Igual que la valenciana, harta de la infrafinanciación. Tan serio es el aviso en Valencia que lo suscribe el PP, por mucho que Rajoy les visitara el domingo pasado. Y aviso serio en Murcia, que tensa la cuerda con Ciudadanos tras la caída de Pedro Antonio Sánchez.
Mientras Rajoy busca alianzas en el norte con el PNV, se le configura un frente en el este, en esa franja que, por cierto, clama por un corredor ferroviario ante la España radial. Hasta que la oposición se reorganice en las Cortes, los problemas de Rajoy empiezan a coger aires mediterráneos, que tan pronto los aventan tus socios como tus propios compañeros.
