La depresión cuesta 92.000 millones al año en la Unión Europea
Un estudio multidisciplinar pone cifra a la evidencia de que las bajas por depresión provocan grandes pérdidas económicas. El Informe tiene como objetivo que las empresas y la administración tomen medidas
Madrid
"Yo, que ya tengo muchos años de contar historias", nos explica Jerónimo Saiz, "hace poco me encontré con una persona que me decía: 'mire, doctor, yo no soy religioso pero sé que el infierno existe, y lo sé, porque lo que yo estoy pasando aquí es un infierno. Eso, es la depresión", concluye el doctor Saiz.
Y ese 'infierno' lo pasan muchas más personas de las que nos podemos imaginar. En la actualidad, nos dice el doctor Jerónimo Saiz, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y uno de los profesionales que ha participado en este estudio, se estima que una de cada seis personas en el mundo padece, ha padecido o va a padecer depresión. Las mujeres, añade, casi el doble que los hombres. Esto último tiene fácil explicación; la llamada depresión posparto es la más frecuente y una de las más diagnosticadas.
El enorme coste económico de esta enfermedad se debe principalmente a la pérdida de productividad. El 86% de los europeos que padecen depresión están en edad de trabajar. Dentro de esta franja, el 10% sufre un episodio depresivo al año y la duración media de este episodio es de 36 días. En España, antes de la crisis la depresión era la primera razón de las bajas laborales. Con la crisis ha pasado a ocupar el segundo lugar. Esto, que puede resultar paradójico, se debe a que ha aumentado el miedo a perder el puesto de trabajo y en muchos casos el absentismo se ha transformado en presentismo laboral. Es decir, el enfermo se presenta a su trabajo a pesar de no estar en condiciones de concentrarse, tomar decisiones ni hacer las tareas que tiene asignadas porque la enfermedad no se lo permite.
La depresión cuesta 92.000 millones de euros
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Enfermedad mal diagnosticada
La depresión no sólo es una enfermedad frecuente y que incapacita laboralmente, además, es una enfermedad que está poco y muchas veces mal diagnosticada. Según la doctora Margalida Gili, decana de la facultad de Medicina de la Universidad de las Islas Baleares, alrededor del 50% de los pacientes no llega a ser tratado correctamente. Y es que, añade, la clave del adecuado tratamiento de la depresión radica en la detección precoz.
Todos los datos que se han presentado sobre esta patología mental y el trabajo se recogen en un informe que tiene un claro objetivo, implicar a las empresas y a las administraciones para que actúen en la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la reincorporación a la vida laboral de estos enfermos. Margarida Gili explicaba que en España, de momento, no existen programas nacionales destinados a mejorar el problema de la depresión en el entorno laboral. Uno de los motivos, destacaba esta investigadora, es que no se han tenido en cuenta ni se habían contabilizado los enormes costes sobre el número de personas afectadas, las empresas y la economía en su conjunto.
Este estudio multidisciplinar ha puesto cifras a la evidencia. Sólo en el territorio de la UE se pierden al año unos 92.000 millones de euros por culpa de la depresión. Esta cifra es algo más del 1% del PIB de la Unión Europea. Con estos datos en la mano, los investigadores reclaman medidas que tanto las empresas como la administración tomen medidas concretas. Ellos apuntan la necesidad de desarrollar un plan para prevenir la depresión de los trabajadores, diagnosticarla y tratarla a tiempo. Señalan, también, la importancia de modificar la legislación laborar para que los enfermos, una vez recuperados, puedan reincorporarse a su puesto de trabajo de forma paulatina y más flexible.