Gracias, Pablo Raéz, por una nueva lección

Madrid

El caso de Pablo Ráez, el joven enfermo de leucemia que murió el pasado 25 de febrero tras haber recibido dos trasplantes de médula, no deja de dar valiosas lecciones. En vida  demostró la necesidad de luchar hasta el final, movilizó a través de las redes sociales y logró disparar las donaciones de médula ósea.

Tras su fallecimiento sigue dando lecciones a través de los que le rodeaban. Primero fue su novia, Andrea, con su homenaje al "regalo" que es la vida que siempre defendió Pablo, y después su hermana Ester, con su discurso en la entrega de la medalla de la Ciudada de Marbella al joven. "Solamente se olvida a una persona cuando se la deja de querer", recordaba emocionada Ester en el acto celebrado en el ayuntamiento marbellí. Aquí puedes ver y leer su emotivo discurso:

"Hay muchas personas que hablan con los ojos, pero mi hermano hablaba con la sonrisa. Seguro que muchos de vosotros lo habéis pensado cuando habéis visto a mi hermano sonreír... transmitía verdaderamente mucha calma y muchísima alegría. Eso es lo mejor que yo puedo recordar de mi hermano. Por supuesto que me va a costar mucho trabajo olvidarme de los momentos malos y de los momentos en los que le he visto sufrir tanto y del último día, que también fue muy duro. Nosotros vamos a sufrir un periodo muy difícil , pero siempre vamos a querer a mi hermano, y como bien dice nuestro cura, Pepe, mi querido Pepe, solamente se olvida a una persona cuando se la deja de querer y eso es imposible, porque todos los que estáis aquí estoy segura de que sentís algo por mi hermano porque os ha removido algo. Mi hermano ha dejado un legado, que la donación de médula es muy importante".

La muerte de Pablo Ráez llenó de homenajes las redes sociales; a su funeral acudieron cientos de personas y son muchos los que han firmado la petición para que el joven tenga una calle con su nombre en la ciudad donde nació, Marbella.