Granados recibió dos escopetas de regalo de un empresario al que beneficiaba
Un armero declara a la Guardia Civil que el constructor imputado en la Púnica, Ramiro Cid, pagó en efectivo dos escopetas para Granados en 2004, y una más para su sucesor en la alcaldía de Valdemoro, el también imputado José Miguel Moreno Torres. El empresario resultó beneficiado con numerosas adjudicaciones por parte de Granados y además de armas, supuestamente le abonó mordidas por ello
El exconsejero de Presidencia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados / EFE
Madrid
Los empresarios que fueron supuestamente beneficiados con las adjudicaciones por las que mediaba o directamente ordenaba Francisco Granados, tanto en los ayuntamientos de Madrid como desde el Gobierno de la comunidad autónoma, agasajaron al exnúmero dos de Esperanza Aguirre con coches, relojes, viviendas, fincas, dinero en efectivo, y también fueron sensibles con una de sus principales aficiones: la caza.
El sumario de la Púnica revela la declaración como testigo del armero de Madrid, José Luis Cabañas, quien reconoce que el empresario Ramiro Cid le encargó y pagó en efectivo dos escopetas de la marca Caesar Guerini para Francisco Granados en el año 2004.
El testigo dice recordar “perfectamente” cómo se presentó Granados en la armería “acompañado de su escolta” cuando llegaron las armas, y las adaptó a su medida.
Las dos escopetas de Granados no fueron las únicas que el constructor Ramiro Cid regaló a políticos del PP involucrados en la trama corrupta. El armero José Luis Cabañas recuerda que también en 2004, pagó una escopeta Perazzi modelo MX2000 valorada en 6.000 euros para el entonces alcalde de Valdemoro, el imputado José Miguel Moreno Torres.
El arma para Moreno Torres era de mayor calidad que las escopetas de Granados, valoradas cada una en unos 1.800 euros, según fuentes del sector. Tal vez por ello, recuerda el testigo, Ramiro Cid le preguntó si serían “un buen regalo” las Caesar Guerini para el exsecretario general del PP en Madrid.
El empresario Ramiro Cid es uno de los principales imputados en la Púnica. Compartió sociedad constructora con Marjaliza y el propio Granados en cuanto éste llegó a la alcaldía de Valdemoro y saquearon el plan general de ordenación urbana de la localidad, según los investigadores. Después fue beneficiado con numerosas obras, tanto en Valdemoro y otros municipios madrileños en la órbita de Francisco Granados, como en la Comunidad de Madrid. Las escopetas regaladas a Granados son un pequeño detalle en comparación con las prebendas abonadas por Ramiro Cid. Entre ellas una finca, vehículos y los investigadores analizan si también canalizó pagos de centenares de miles de euros para Granados, a través de una de sus empresas.
