El gobierno marca sus límites (o lo intenta)
Rajoy trata de ganar la batalla al Congreso pese a estar en minoría
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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), conversa con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría (i), al inicio de la sesión de control al Gobierno / Ballesteros (EFE)
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Madrid
Los primeros días sirven para sentar las bases. Marcar los límites. Mariano Rajoy fue a las Cortes este miércoles a leerle a Pablo Iglesias la Constitución. En concreto, las partes que le interesaban de la Constitucíon. Fue para decirle que no va a dejar que le gobiernen desde el Congreso.
Rajoy lleva desayunadas varias portadas con leyes que le quieren derogar y ha enviado su declaración de intenciones para esta legislatura, que durará lo que Rajoy quiera que dure. Luego, ante Mario Draghi, el presidente proclamó que sus reformas no pueden derogarse.
Acostumbrándose aún a la minoría, el Gobierno intenta marcar sus límites. También con Cataluña, para la que la vicepresidenta ya no propone "empatía o imaginación". Ofrece sólo la ley, como si se hubiera esfumado el romanticismo.
Para la reforma de la Constitución -el otro gran asunto de la legislatura-, Podemos ha lanzado su aviso: cualquier modificación que quiera hacerse tendrá que votarse en referéndum. Lo señaló Íñigo Errejón en la sesión de control al Gobierno para advertir de que no pasaría igual que la última vez, con una reforma exprés en el verano. El Gobierno, que preferiría no reformar nada, toma nota. Que ha venido Draghi a pedir estabilidad y el domingo se vota en Italia para culminar el año de los referéndums sorpresa.