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GUERRA EN SIRIA

Un millón de sirios prisioneros en sus ciudades

Treinta y nueve localidades sirias se encuentran bajo asedio según Siege Watch, en donde residen 974.080 personas. La mayoría de poblaciones están cercadas por el gobierno y sus aliados, dos por los grupos opositores y una por el Estado Islámico. “Es como vivir en un gran prisión” asegura Firas desde la localidad de Talbiseh, asediada desde hace cuatro años

Un millón de sirios prisioneros en sus ciudades / ABDALRHMAN ISMAIL (Reuters)

Un millón de sirios prisioneros en sus ciudades

Beirut

Firas y su familia suelen bajar con regularidad a la guarida subterránea de su casa. Es la manera de asegurarse su supervivencia si un misil o mortero impacta en el edificio en el que viven de Talbiseh. Una realidad casi diaria que no ha cambiado la vida de la pequeña de dos años, ya que nació después que esta localidad quedara bajo asedio por parte de las fuerzas progubernamentales.

"Sientes que vives en una gran prisión", explica Firas, antiguo estudiante de Literatura Inglesa, mediante conversación telefónica. "Sólo hay dos vías para salir: a través de los controles militares gubernamentales, pero te arriesgas a que te detengan, o pagando 1.000 dólares a los contrabandistas".

Cuando en Noviembre de 2012 el ejército sirio rodeó una amplia área agrícola en la provincia de Homs, las poblaciones de Talbiseh y las vecinas Al Rasta y Houla se sumaban así a la lista de localidades bajo asedio en Siria. Hoy día son treinta y nueve ciudades o áreas las que se encuentran cercadas, y dentro de ellas residen casi un millón de personas según ha asegurado las Naciones Unidas esta semana.

Ante el Consejo de Seguridad de la ONU que hasta ahora ha sido incapaz de acordar una consistente reducción de la violencia en todo el país, el máximo responsable de la ayuda humanitaria de las Naciones Unidas Stephen O'Brien denunció el pasado lunes 21 de noviembre el "aislamiento, inanición, bombardeos y negación de atención médica o asistencia humanitaria para forzarlos a rendirse o escapar" que sufren los sirios en las áreas asediadas.

Tras meses de debate, las Naciones Unidas han actualizado el número de localidades que están totalmente rodeadas por fuerzas enemigas a aquellas que las controlan. Este reciente cambio ha multiplicado por dos la población siria cercada. Detrás de esta modificación se encuentra el trabajo diario que realizan varios grupos para estudiar las condiciones de vida de los civiles en Siria. La página web siegewatch.org monitorea la cuarentena de localidades bajo asedio mediante la recopilación de testimonios dentro de dichas poblaciones.

"Los asedios representan una extrema violación de la legalidad internacional", explica Valerie Szybala, directora ejecutiva de The Syria Institute, una de las instituciones que ha establecido la monitorización de los cercos. "No la propia práctica de los asedios, sino el hecho de que estos se establezcan contra la población civil".

Szybala y las Naciones Unidas exigen que se permita la entrada de ayuda humanitaria para la población civil que la necesita. "Si quisieran cumplir con la legalidad internacional, los diferentes bandos permitirían la entrada de ayuda humanitaria para los civiles", continúa Szybala, "pero sucede todo lo contrario". Unos asedios que, dice, forman parte de una estrategia de guerra en las que se ataca "intencionalmente infraestructuras civiles".

Tres niveles de asedio

En Talbiseh, donde todavía residen más de 60.000 personas según Siege Watch, apenas quedan escuelas de pie para que los niños puedan estudiar, según afirma Firas. A diferencia de otras localidades totalmente cortadas del exterior, a Talbiseh llega ayuda humanitaria de forma intermitentes. Después de dos meses sin poder entregar suministros a la población local, los camiones cargados con miles de raciones de alimentos y dirigidos por el Comité Internacional de la Cruz Roja pudieron acceder al centro de la localidad el pasado septiembre.

"De todas formas" dice Firas, "aquí no sufrimos tantos problemas como en otras áreas cercadas porque es una zona rural y fértil en la que podemos cultivar frutas y verduras". Esta es una de las razones, además de la existencia de rutas de contrabando y unos enfrentamientos menos intensos que en otras zonas, por las que Talbiseh y las localidades colindantes están categorizadas en el nivel tres por Siege Watch, el de menor intensidad.

De las treinta y nueve localidades bajo asedio, treinta y seis de ellas están cercadas por el régimen y sus aliados, dos por los grupos opositores y una por el Estado Islámico. Traducido en población, alrededor del 90% del casi un millón de sirios que viven en áreas cercadas están rodeados por el ejército y sus aliados; 80.000 por el Estado Islámico y 20.000 por grupos opositores.

Los asedios de mayor intensidad, categorizados en el nivel 1 bajo unos requisitos que incluyen la imposibilidad de entregar suministros médicos y alimentos, altos riesgos de malnutrición y constantes ataques por parte de los sitiadores, incluyen la mitad este de Alepo, el barrio de Al-Waer en Homs o varias localidades en los alrededores de Damasco. Todos los asedios enmarcados en el nivel de mayor intensidad están provocados por las fuerzas gubernamentales.

"Es cierto que el gobierno es el único actor del conflicto que cuenta con capacidad aérea", explica Szybala, "lo que les permite sobreponerse a la dureza de los asedios mediante el lanzamiento de suministros en las áreas cercadas que están bajo su control". En Fua, Kafraya o Deir Ezzor, la aviación rusa y siria ha lanzado comida, material médico y también armamento para ayudar tanto a la población civil como a los soldados.

Táctica clave para estrategia de recapturar territorios

El representante de la ONU O'Brien ha dicho que el asedio es una "táctica deliberada de crueldad". En varios casos, el gobierno ha recapturado zonas bajo asedio tras acordar con grupos opositores un pasaje seguro para los militantes armados y sus familias hacia otros territorios sublevados a cambio de entregar el control de dichas áreas.

En Daraya, el acuerdo negociado fue aceptado por las milicias opositoras tras una larga e intensa campaña de bombardeos progubernamentales. "Después que el comité negociador rechazara los términos de la propuesta, el gobierno intensificó los bombardeos hasta unos niveles que no habíamos visto antes", explica Szybala, "forzando la firma del pacto".

El presidente Bashar al-Assad apareció en público en Daraya durante una festividad musulmana en septiembre, en medio del proceso de evacuación de los militantes y residentes que quedaban en la localidad. La zona urbana que rodeaba a la comitiva consistía de apartamentos vacíos, muchos destrozados. "El centro de Daraya parece hoy una ciudad del post-apocalipsis" concluye Szybala.

Mientras, en Talbiseh, Firas todavía resiste con su familia. "Por ahora nos quedamos, pero la verdad es que después de años de asedio, no tengo muchas esperanzas de que alguien sea capaz de detener esta guerra".

 
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