Jurado o prometido el cargo, desde este viernes los trece elegidos por Mariano Rajoy encabezan los ministerios de su nuevo Gobierno. A pesar de no haber demasiados cambios —tres ministros salen y siete se mantienen—, seis titulares estrenan cartera. Es habitual que cada Ejecutivo acabe su mandato con unos delegados distintos a los que contaba cuando empezó. Los cambios de administración, los ceses y las recomposiciones en la dirección de los ministerios, suelen producirse varias veces durante cada legislatura. Desde las primeras elecciones democráticas en 1977, y hasta la toma de posesión del nuevo Ejecutivo de Rajoy, 186 personas han sido ministros en España. La comunidad autónoma que más delegados ha aportado desde esa fecha es Madrid (54), seguida de Andalucía (24) y Castilla y León(22). Entre las menos prolíficas están Navarra (1), Murcia y Cantabria (2). En todo este período, nadie procedente de Ceuta y Melilla ha liderado un ministerio. Sin embargo, no todos los ministros han nacido en suelo español; hay tres excepciones: El socialista Miguel Boyer, a causa del exilio de su familia por la Guerra Civil, nació en Francia en 1939. La dirigente popular Pilar del Castillo Vera, lo hizo en la ciudad marroquí de Nador, el mismo país en el que nació su compañero de partido y actual titular de Educación, Íñigo Méndez de Vigo; aunque éste es natural de Tetuán. A pesar de los avances en igualdad entre sexos, el número de ministras en el Gobierno, casi siempre ha sido llamativamente menor que el de ministros. Hasta 1981 no entró una mujer en el Ejecutivo. Soledad Becerril era la única, y junto a sus dieciocho compañeros, incluído el presidente y los vicepresidentes, fue la encargada de Cultura en el equipo de Suárez. Aquel precedente no se mantuvo. Cuando Felipe González llegó a La Moncloa, no incluyó a ninguna mujer en su Gobierno hasta mediada su segunda legislatura (Matilde Fernández Sanz y Rosa Conde Gutiérrez del Álamo en 1988), y solo sumó una hasta que dejó la presidencia. En la etapa de Aznar hubo algo más de apertura. Las tres titulares de principio de Gobierno en 1996, se convirtieron en cinco cuando finalizó en el 2000. El único momento en la historia democrática reciente de España, en el que se ha conseguido la paridad entre hombres y mujeres en los ministerios, es la que corresponde con la primera legislatura del Gobierno de Zapatero (2004-2008). Durante estos años, hubo el mismo número de ministros que de ministras, y durante una parte de su segundo mandato, las mujeres superaron a los hombres al frente de los ministerios. La conquista de la última Administración socialista, se disipó de nuevo con la subida al poder del PP de Rajoy. Desde que es presidente, su Ejecutivo ha contado con entre tres y cinco ministras. Casi una treintena de ministros han renunciado a su cargo desde la legislatura constituyente a finales de los setenta. Muchas de ellas están relacionadas con casos de corrupción en los que estuvieron involucrados, y escándalos que golpearon a sus ministerios. El primero en abandonar el ministerio por uno de esos altercados fue Alfonso Guerra. La mano derecha de González se marchó por el tumulto que entre la oposición, se generó por los negocios presuntamente ilícitos de su hermano Juan. El también socialista Julián García Valverde, dejó su cargo por la venta ilícita por parte de Renfe de unos terrenos, cuando él era presidente de la empresa pública. José Luis Corcuera dimitió cuando se declararon inconstitucionales, algunos apartados de su conocida como «Ley de la patada en la puerta». También era el titular de Interior Antoni Asunción, cuando abandonó la cartera por la huída del exdirector de la Guardia Civil, Luis Roldán. A Vicente Albero le costó el puesto no declarar a Hacienda en torno 20 millones de euros. Mariano Fernández Bermejo se fue de Justicia, tras una polémica cacería a la que asistieron entre otros, el juez Garzón. El rechazo social —y de Rajoy— a su propuesta de Ley del Aborto, apresuró la salida de Alberto Ruiz-Gallardón del Gobierno. Ana Mato sin embargo, se vio forzada a ceder su cartera cuando un juez la consideró partícipe a título lucrativo de los delitos de su exmarido, vinculado a la trama Gürtel. A día de hoy, el último ministro en abandonar su cargo ha sido José Manuel Soria. Los «Papeles de Panamá», revelaron que el responsable de Industria, tenía empresas en paraísos fiscales, con las que evadía impuestos.