Juan Ignacio Zoido, de Sevilla a Interior

Sevilla

Juan Ignacio Zoido, de 59 años y natural de Montellano, está casado y tiene tres hijos. En la actualidad es portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla desde el año 2007 y diputado por esta provincia en el Congreso desde enero de este año.

Su trayectoria profesional como juez se inició en el año 83 y siendo miembro de la sala del TSJA en el año 96, es nombrado director de Relaciones con la Administración de Justicia con Margarita Mariscal como ministra en el primer Gobierno de Aznar. En el año 2000 fue delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha y, dos años después, en Andalucía hasta el año 2004, cuando ocupó cargos orgánicos dentro del PP andaluz.

Desde el año 2008 hasta el 2014 ha sido diputado en el parlamento andaluz y en 2011 ganó las elecciones municipales. Un año más tarde, compaginando la Alcaldía, fue nombrado presidente del PP andaluz en sustitución de Javier Arenas, hasta marzo de 2014. Ese mismo año abandona el Parlamento centrándose en la portavocía municipal y en su escaño en el Congreso. También ha ocupado la presidencia de la Federación Española de Municipios y Provincias desde el año 2011 al 2012.

Rajoy elige a un juez en excedencia para dirigir el ministerio del Interior. Es decir le toca vigilar el cumplimiento de leyes como la ley de seguridad ciudadana, conocida como la ‘Ley Mordaza’ que recoge entre otras cosas intervenciones telefónicas sin autorización judicial.

 Su expediente está impoluto y los que le conocen dicen que se distingue por su carácter firme, amable y dialogante. Todas estas características han sido claves, según fuentes del gobierno para que el presidente Mariano Rajoy le haya colocado en la cúspide de Interior. Entre sus primeros retos se encuentra poner orden en un departamento que ha sido objeto de numerosas críticas con Fernández Díaz al frente. Durante esta etapa ha habido maniobras que han salido a la luz en los medios de comunicación como las de hacer aflorar casos de corrupción de rivales políticos, enfrentamientos entre comisarios que han afectado a la relación con el CNI o informes sin membretes atribuidos a la UDEF.

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Durante los años que fue juez en Sevilla sus propios compañeros reconocen sus incansables dotes de trabajador, Llegó al juzgado de Utrera con los asuntos completamente colapsados y cuando se fue lo dejó todo al día. Sevillista hasta la médula, reconocido católico, con varios artículos en los que defendía su negativa a la ley del aborto, son destacadas las buenas relaciones que ha mantenido con la ciudadanía poniéndose a la cabeza de la manifestación en Sevilla junto a los padres de Marta del Castillo.

Fue el denunciante del caso Mercasevilla, el caso que dio origen a los ERE y a sus más íntimos les sigue diciendo que el “siempre será juez”. De familia humilde, huérfano de padre joven y estudiante de la universidad laboral, fue su tío, un declarado hombre de izquierdas en la provincia quien se encargó de su custodia. Quienes le conocen cuentan que su tio le advirtió cuando se metió al mundo de la política que tuviese cuidado con “no manchar su trayectoria profesional por entrar en política”.