El círculo vicioso de la corrupción del PP

Madrid

El dueño de la Constructora Hispánica, Alfonso García Pozuelo, dejó en su declaración en el primer juicio del caso Gürtel una bomba de efectos retardados que puede ser letal para el Partido Popular.

En ese testimonio se sientan las bases que pueden apuntalar, nada menos, que la financiación ilegal del PP, algo que, por cierto, no se dirime en esta causa.

El interrogatorio del fiscal a García Pozuelo duró exactamente un minuto y 39 segundos y las respuestas de este empresario fueron calculadamente ambiguas. Sin decir casi nada, lo sugería casi todo. García Pozuelo es un empresario que, en pocos años, pasó de ser el dueño de una pequeña constructora familiar a ser adjudicatario de tramos del tren de alta velocidad. Su compañía se hizo con tres tramos del AVE junto a otra empresa por un importe de 95,4 millones de euros. ¿A qué se debió esa fulgurante evolución empresarial? Creció gracias a adjudicaciones de obras públicas de Gobiernos del PP por las que pagaba mordidas, según ha reconocido el propio García Pozuelo. Pero, ¿adónde iban a parar esas mordidas? El martes, en su declaración ante la fiscalía, García Pozuelo dejó esta frase en el aire. “Recuerdo que le entregué (a Correa) cosas para Castilla y León, pero eran para organismos centrales, no recuerdo ni para qué ni para quiénes, hace muchos años”.

La pregunta surge de inmediato. ¿A qué se refería con organismos centrales? Sin embargo, la fiscal, muy probablemente por estrategia procesal, no formuló esa pregunta. La Cadena SER preguntó a su abogado quien, en una todavía más calculada ambigüedad, aclaró a qué no se refería. Su defendido no estaba hablando de organismos centrales de Castilla y León. Y ahí lo dejó.

De manera alambicada, García Pozuelo describió en esos 18 segundos el presunto círculo vicioso de la corrupción del PP. Círculo que, según él, funcionaba de la siguiente manera: los Gobiernos controlados por el PP, con Francisco Correa ejerciendo de intermediario, adjudicaban obras públicas a empresarios que pagaban comisiones ilegales al propio Correa por esas adjudicaciones. Las comisiones eran de entre el 2 y el 3% del montante total de la obra. Correa se quedaba con una parte y el resto se lo daba a Luis Bárcenas, que entonces era el tesorero del PP. ¿Y Bárcenas qué hacía con ese dinero?

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¿Qué quería decir con eso de 'organismos centrales'?

Muchos abogados entendieron que se refería a la sede central del PP en Génova, 13. En distintos sumarios abiertos por el caso Gürtel, algunos gerentes territoriales del partido se refieren a Génova 13 como 'órganos centrales'. Pero, como decíamos, la fiscal no profundizó en este término, quizás porque es motivo de otra causa, la de los papeles de Bárcenas, dónde García Pozuelo tendrá que declarar como testigo. Sólo el constructor García Pozuelo puede aclarar a qué se refería.

Al juez que instruyó la causa en la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, le resultó imposible probar que el PP recibió fuertes cantidades de dinero negro de constructoras a cambio de obras públicas que les adjudicaban administraciones gobernadas por el PP. Ruz mantuvo durante más de un año imputados por cohecho a más de una decena de empresarios que aparecían en los papeles de Bárcenas como donantes. Todos ellos, incluido García Pozuelo, negaron incluso que hubieran aportado esas cantidades de dinero que apuntó a mano en una contabilidad paralela el entonces gerente Luis Bárcenas. Por ejemplo, el presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir, negó ante el juez haber donado dinero al PP. “Estamos haciendo donaciones habituales para mantener su existencia a los sindicatos mayoritarios en cantidades importantes, pero no hemos hecho ni haremos jamás a ningún partido político porque tienen el poder del gobierno y es absolutamente incompatible para una constructora como la nuestra”, declaró el constructor. Así que el juez optó por desimputar a esos empresarios.

Ahora, por primera vez, un empresario reconoce que pagó comisiones ilegales a Correa, que intermediaba en las adjudicaciones de obras públicas de gobiernos del PP. García Pozuelo cuenta que entregaba el dinero a Correa, que este repartía con Bárcenas y que los fondos eran para los organismos centrales. Si Correa se atreve este jueves a ratificar ante el juez esta declaración de García Pozuelo la última incógnita que quedará por resolver es la siguiente: ¿Ese dinero de las mordidas era para el Partido Popular o se lo quedaba Bárcenas? Y esa incógnita sólo la puede resolver el extesorero del PP.

Respecto a Bárcenas, la investigación judicial sólo ha podido acreditar que entre 2000 y 2009, Bárcenas ingresó en bancos suizos casi 10 millones de euros. Mediante inversiones en bolsa durante la época del ‘boom’ económico español con un incremento de casi el 300% en los valores de la bolsa dónde invertía Bárcenas, llegó a acumular 48 millones de euros. ¿De dónde salieron los diez millones de euros que llevó en mano a Suiza?

Bárcenas asegura que esos 10 millones los ganó con sus negocios privados: la venta de gafas deportivas, sillas especiales, la promoción de publicaciones, la representación para Europa de la empresa de cítricos del extesorero Sanchis, la compraventa de obras de arte. Pero la investigación judicial echó tierra sobre esta coartada. Otra sospecha es que se quedaba con una parte de las donaciones de empresarios que figuran en la contabilidad b del Partido Popular o que, directamente, las mordidas por adjudicación de obras públicas en administraciones gobernadas por su partido acababan en el bolsillo de Bárcenas.

Estas incógnitas se despejarán ahora o cuando se celebre, dentro de unos meses, el juicio por los ‘papeles de Bárcenas’. Mientras tanto, la sombra de la sospecha sobre una corrupción masiva de financiación ilegal se extiende sobre el Partido Popular, a escasos días de que Rajoy intente de nuevo su investidura como presidente del Gobierno.