Dos exconsejeros de Caja Madrid justifican sus "gastos de representación" con las tarjetas black

Madrid

Ricardo Romero de Tejada, consejero a propuesta del Partido Popular en Caja de Madrid que gastó en casi 9 años 210.000 euros con la tarjeta black, y Rafael Torres, miembro de la comisión de control de la entidad a propuesta de UGT entre 2003 y 2007 que gastó 82.000 euros, han presentado sus informes periciales ante la sección cuarta de la Audiencia Nacional que juzga a partir del día 26 a 66 acusados por un delito de apropiación indebida. Ambos reconocen que el uso de la tarjeta estaba vinculado a gastos de representación y niegan que fuera para uso personal.

El informe de Romero de Tejada que firma el catedrático de Economía, Francisco Esteo, concluye que "la práctica totalidad de los gastos se adecúan a las notas caracterizadoras de los gastos asociados a la función de consejero". Antes, desglosa los 210.000 euros gastados por el exalcalde Majadahonda y antiguo secretario de organización del PP en Madrid analizando uno a uno cada capítulo. Todos ellos, dice, tienen "encaje en una práctica empresarial generalizada y plenamente aceptada, en la cual la empresa que emite la tarjeta atiende los pagos, los contabiliza, los deduce y conoce su existencia y funcionamiento". En los gastos asociados a la función de consejero, concluye, "caben múltiples conceptos para fomentar y mejorar la imagen de la empresa y su posición en el mercado". Conceptos como viajes, comidas o regalos.

El informe de Rafael Torres lo firma el economista y censor jurado de cuentas de España, Ángel Rubio. El documento también desglosa los gastos del acusado y advierte al tribunal de que la cantidad de 82.000 euros que se le atribuye no es correcta porque el gasto real es de 71.000 euros. De ese total considera adecuados al cargo de miembro de la comisión de control de la caja, 70.000 euros invertidos en viajes, estancias  desplazamientos; fotocopias y restaurantes.