Burgos eliminará toda la simbología franquista de sus calles

Madrid

Un acuerdo del Pleno de esa corporación municipal ha decidido asumir las peticiones que se señalan en la demanda por la vía de Lo Contencioso-administrativo que había presentado el abogado Eduardo Ranz. Este letrado madrileño ha llevado a los tribunales a decenas de localidades españolas que continúan sin aplicar la ley de la Memoria Histórica. Muchos de esos procedimientos siguen su curso ante el silencio de los municipios demandados.

No es el caso de la capital burgalesa que ha decidido pasar a la acción y cumplir la normativa. Y sin tener que pasar por el juzgado, ahorrando así tiempo y dinero a sus vecinos.

Cinco calles y avenidas de Burgos y dos barriadas verán modificados sus topónimos para dejar de usar nombres como José Antonio, General Yagüe o Almirante Carrero Blanco.

En realidad, la capital burgalesa ya comenzó a hacer los deberes hace más de 15 años cuando se decidió, también en el Ayuntamiento, retirar mucha simbología franquista, fruto de la de la Dictadura que emplazó allí el gobierno de los sublevados durante la Guerra Civil.

Otro de los monumentos que deberá ahora retirar una placa conmemorativa es el Monasterio de la Huelgas que mantiene una placa del juramento que hizo Franco y sus colaboradores más directos en 1937.

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Pero el Pleno ha ido más allá al incluir en esta decisión, como ha adelantado Radio Castilla de Burgos de la Cadena SER, la eliminación de las menciones y nombramientos que se hicieron desde el Ayuntamiento a personalidades de la Dictadura como es el caso de la esposa de Franco, Carmen Polo, también llamada por sus hagiógrafos, "Señora de Meirás".